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UNA LENTA DESPEDIDA

UNA LENTA DESPEDIDA

En este día de San José quisiera rendir un homenaje a los padres, los idos y sobre todo los que aun están entre nosotros.

La muerte, dicen, es una evento radical, sin grados. Un día estás vivo, otro no. En un minuto. En un segundo. En un milisegundo, fino filo.

Sin embargo, vengo observando que no es así. Salvo en casos de accidentes sorpresa, muchas veces podemos asistir a la lenta decrepitud de nuestros progenitores.

Solemos acomodarnos en ese tiempo indefinido de los achaques, del envejecimiento. La ceguera, la sordera, la dificultad para caminar, para respirar.

Primero es el bastón, luego el andador, luego la silla de ruedas.

El alma hija va despidiéndose en cada visita, constatando que el árbol va perdiendo hojas, que se queda cada vez más frágil, más desnudo. Que llega el invierno de la vida.

Y en algún momento la memoria también va quedando desvaída. Primero la reciente. Luego ya, paulatinamente no recuerdan nuestra infancia, los detalles. Morimos con ellos, un poco. Mueren las imágenes mentales.

Sus cuerpos se van quedando apegados a los placeres mínimos: comer, dormir... como bebés que van ovillándose de nuevo. 

Un día ya no se levantan. Desde el lecho nos anuncian que ya no se alzarán. Nos lo dice su progresiva aceptación. Su dejar de ir al baño, de comer, de beber. Las funciones vitales se van reduciendo. 

Nos lo dice su mirada, a veces perdida, a veces brillante, anticipo de otras luces que no son de este mundo.

Unos luchan más en esta fase, se resisten a irse, o no los dejamos.

La conciencia es la última puerta. Ida ella, el desenlace es irreversible. 

Por eso en este soleado día, si aun uno de tus progenitores está vivo ve y abrázalo, háblale, tómale de la mano, siente su mejilla, su respiración, oye su voz, contempla su caminar, su rostro, su mirada. Pon la cabeza en su pecho y escucha su corazón.

Pacifícate con tus sentimientos hacia ellos, que no quede nada en el tintero por decir, por compartir, por contar, por perdonar. Vacíate. 

Que no se vaya sin que le hayas dado lo mejor de ti en cada instante. Cada vez que le veas, despídete. Porque nunca sabemos cuándo será la última vez. Que no se te haga tarde, porque no regresan. Hazlo hoy.

Amar solo se conjuga en presente.

PROSTITUCIÓN Y CARIDAD

PROSTITUCIÓN Y CARIDAD

Qué grande es nuestro Señor que no se indignaba de estar cerca de prostitutas, aunque muchos fariseos lo juzgaban y decían en sus corazones...si supiera quién es esa..., porque ellos sabian quién era ella, y el ladrón cree que todos son de su  condición.

Pero si ellos conocían a la mujer prostituta quizá por compartir sus vicios y debilidades, Jesús se acerca a ella y le da, como buen médico, lo que le falta, en su misma raíz, que es la dignidad humana.

Quiero ver el día en que todos los usuarios de la prostitucion irán a ellas no para abusar y darle un precio irrisorio a su humillación física y moral, haciéndose cómplices del crimen contra el propio cuerpo y el ajeno, sino para darles una conversación humana, consuelo, abrazos fraternos, ayuda específica en sus vidas para salir de ese bache en que quizá muchas de ellas ni saben que se encuentran.

Ámalas con tu alma y no con tu cuerpo, envileciéndote a ti mismo. Demuestra que dentro de tu carne aun vive un espíritu que lucha por ser mejor, que no eres esclavo de las apetencias de tu cuerpo, sino su señor. Domínate. Toma la mano de la doncella caída y levántala a tu misma altura, mírala a los ojos con respeto profundo, como un hermano y un padre.

Que digan de ti también, muchó pecó porque mucho amó. Que como a María Magdalena el Señor te saque del pozo y te haga discípula predilecta a la que da su mayor noticia, su Resurreción.

Si eres luz, lleva tu luz de alegría a esas mujeres. No vayas a ellas para extraer placer de vivir. Busca en ti el verdadero placer de vivir: la caridad.

TENGO UN NIÑO ALTAMENTE SENSIBLE

TENGO UN NIÑO ALTAMENTE SENSIBLE

Cuántas veces te han dicho: te tomas todo a la tremenda, que siempre te lo tomas como algo personal, o muy a pecho, eres tan exagerada, tan intensa, lo vives todo como si no hubiera mañana. Te aconsejan relativizar, no dramatizar… Así nos ven los demás. Y hay verdad en los dos lados. Lo que para unos es intenso, para los otros es soso. Soy una madre altamente sensible.

Te bastan tres indicios para calcular una tendencia, tres eventos que se repiten, o varias señales aisladas que al reunir proporcionan un escenario mayor. Tu sistema nervioso lo capta incluso sin que pongas atención ni intención. Lo graba todo en el subconsciente, y maneja toda esa información a la hora de tomar decisiones. Hablas de ello y te dicen que tus ideas son peregrinas, que de dónde te sacas eso. Te ven rara. Casi tanto como tú a ellos. Luego cuando la tendencia que previste llega a su desenlace y se verifica lo que predijiste, pero no vieron, ya no recuerdan tus palabras, pero tú sí. El mismo mundo es otro mundo para ti y para ellos. Cobra nuevas e infinita dimensiones a cada paso. Predictibilidades que solo quien capta los hilos invisibles podrá deducir.

Tú no te basas en los mismos principios, porque, desde que naciste, tu percepción ha sido otra. Un día comprendes que los demás no sienten como tú y eso no es bueno ni malo, simplemente es.

Ese niño al que llaman llorón, al que le cuesta más adaptarse a los cambios, que no entiende la violencia gratuita y que no es capaz de devolver el puñetazo que le pegan, no entiende por qué le insultan. No es capaz de devolverlo porque sabe que hiere, y no quiere herir, porque duplicaría su dolor, al sentir el propio y el ajeno. Sus neuronas espejo reaccionan más, es más empático, pero aún no lo sabe. Solo sabe que en el recreo prefiere solitario jugar con las semillas, lo que inconscientemente hace para buscar silencio y reequilibrar su sistema de las saturaciones. A veces al volver a casa se queja de que le duelen los oídos de tanta algarabía y jaleo y gritos. No es un ñoño. Prueba a estar escuchando gritos a alto volumen durante 8 horas y dime cómo te sientes. Suma a eso que los otros sentidos también están especialmente activos. No pasa por alto un olor, un gesto, un detalle nuevo. No elige hacerlo, su sistema nervioso es más reactivo a los estímulos. Y luego todo eso es procesado con más profundidad. Ese niño creativo y vivaz, intuitivo y emocional, queremos que preserve su maravillosa sensibilidad y la respete en sí y en los otros, cuando sea adulto.

Cómo hacerle entender a ese profesor que cada omisión es llevada en cuenta. Que cada ofensa en un niño con alta sensibilidad es un arañazo que tardará en curarse más que en otro niño, y que quedará registrado en la memoria, activa y pasiva, creando un conjunto del que la mente extraerá estadísticas. Le diré que también se beneficia más de los impactos positivos y los reconocimientos. Que de todos los que sufren traumas, es el que tiene más posibilidades de recuperación en el ambiente adecuado. Le diré que hay niños que abundan, como el diente de león, y otros escasos como la orquídea, que exigen otras condiciones ambientales para llegar a florecer y darnos toda su hermosura. Que si tres le llaman tonto puede llegar a pensar que lo es. Que es necesario castigar a los que insultan, tenga 6, 17 ó 29 años, porque no debiera haber ley que dejase pervivir la ofensa impune en el siglo XXI. Y es que si dejamos pasar tantas aberraciones en el nombre de una pacífica convivencia, lo que estamos haciendo es transigir y optar por la negligencia, omitirnos, escaquearnos a la responsabilidad de que todos los seres humanos sean respetados en su idiosincrasia. Cuántas veces se nos repite aquello de no hacer al otro lo que no nos gustarían que nos hicieran… pero siguen bombardeándonos con música de pésima calidad desde sus altavoces, como si creyesen que todo el mundo tiene sus mismos gustos. Solo la falta de sensibilidad, de respeto, de cultura, hace que los individuos tengan conductas agresivas o desconsideradas. No hay peor ignorancia que la que cree que todos somos iguales. Lo somos solo ante la ley.

La profesora me dice que tiene 24 alumnos, y que en una ronda en que todos han hablado no puede esperar a que este niño diga las dos palabras que le faltan para ser igual al resto. No tiene en cuenta que la autoestima se verá afectada porque no solo sentirá que ha respondido dos menos, sino que además sentirá el rechazo de la profesora, llorará de frustración y le llamaran de nuevo llorón. Se sentirá injustamente tratado. Con suerte habrá algún adulto en quien pueda confiar. Si  no, la escuela se convertirá en una lenta tortura, un campo de batalla, y aprenderá que el ser humano hace daño más veces de las que beneficia. Preferirá aislarse y le llamarán solitario. Tal vez para muchos esto sea una nimiedad. Pero para él no lo es.

Yo lo que pido es solo un poco más de humanidad, porque esos minutos perdidos en esperarle a que diga las dos palabras que faltan le harán sentir escuchado, aceptado, respetado e integrado. Esos dos minutos le darán autoestima porque no estará siendo menos que los otros, sino apenas igual, dando sus cuatro palabras, a su tiempo. Esos dos minutos no van a causar un atraso en el programa, porque estaremos enseñando a todo el grupo a esperar y respetar, con nuestro propio ejemplo.

Ese niño dice que los profes solo atienden a los que se portan mal, y que él que se porta bien es como invisible. Espero que no llegue a interiorizar eso como una verdad, y acabe portándose mal para captar la atención que merece. Por cada crítica debemos entre cinco y ocho elogios, dicen. La cuenta dista de estar pareja.

Conozco, puedo imaginar el desafío de enseñar a un grupo tan grande y heterogéneo. No lo pongo en duda. Le diré que si ama su trabajo y es capaz, profesional, encontrará la manera de gestionar esa pequeña multitud y no acabar ronca. La autoridad no precisa gritar. Se pierde gritando. No digo que yo sabría hacerlo mejor, solo que siento lo que ese niño siente, y como muchos otros, sueño con una educación que posea una mirada transformadora, paciente y considerada, capaz de ver el bien y la esperanza en donde otros solo ven trastorno medicables o casos sin salida. Para mí hay soluciones. Siempre.

Por eso me gusta soñar con que en el futuro la sensibilidad será apreciada, no solo tenida en cuenta, sino también cultivada y protegida como un valor humano. Me gusta pensar que las personas altamente sensibles son como mariposas, aparentemente frágiles, pero que contienen el saber de la transformación y el renacimiento. Y que su batir de alas, aparentemente insignificante, puede desatar un huracán en otra parte del mundo, quizá.

LA PENÚLTIMA MATRIARCA

LA PENÚLTIMA MATRIARCA

Ha vuelto a la tierra. Niña, novia, esposa, madre y abuela en toda la extension de la palabra. Una boda, cinco hijos. Incansable, hablaba poco, pero con su mirada entendía todo. Atenta a las necesidades de todo el clan, dedicada. Vivió para servir.

De trabajo, sus labores: el imperio del campo. Por sus manos pasaron toneladas de frutas: las plantaba, las regaba, las podaba, las adobaba, las protegía, las recolectabaEn época de cosecha, con lo que sobraba, hacía compotas, mermeladas, conservas. Transformaba la caza en reservas para el invierno. En el corral perros, gatos, conejos, pájaros. Toda la creación acudía a aquel claustro vivo, a saludarla, como si la conocieran. Y la conocían. Si el corral era un templo a cielo abierto, su cocina era lugar de reunión, donde constantemente se agolpaban hijos, nietos, nueras. Te daba no solo alimento, sino consejo, ejemplo, apoyo, comprensión, ternura, calor humano.

En el ganchillo unía y anudaba, soltaba y adornaba. Pocos saben que toda mujer sabia ha recuperado el arte del tejer, con el que se transforman los más reconditos secretos del corazón.

Siempre estaba en casa o en el campo. Ayudó a los negocios familiares como un pilar. Ocupaba con plena conciencia su lugar en el mundo. No le hizo falta salir a manifestaciones, ocupar la calle o un asiento de cuero con olor masculino, ante un escritorio. Se sabía reina de lo pequeño. Lo hacía crecer.

Los veranos que pasé de niña en el pueblo gravitan en la memoria alrededor de su presencia: los pinares, la acequia, las escapadas a los campos de melocotones, su llamada a media tarde para darnos la merienda. A todos nos nutría en cuerpo y alma, con el mimo de su mirada azul, con su atención, con su cuidado. Por eso nunca estaba sola, siempre revoloteaba a su alrededor, un hijo, una nieta, una sobrina, como pajarillos que se cobijan a la sombra de un árbol frondoso cargado de frutos.

En la última celebración familiar fui con ella por el pueblo, cortando las mejores rosas de los arbustos de vecinos, conocía a todos, no hacía falta pedir permiso, y si alguno salía curioso, ella explicaba con sencillez que necesitaba unas flores para adornar la mesa. Nadie se lo hubiera negado. Guardé los pétalos y los sequé, atesorándolos, por el grato día vivido.

En el pecho nos queda la tristeza de la despedida. No está, se ha ido, pero en cada uno deja un poso grande de amor. De ese amor no grandilocuente, sino poderoso en su callado actuar. Mansa e invisiblemente, como un perfume. En cada nueva rosa la veo florecer de nuevo, con la fuerza eterna de la primavera. Ha vuelto, con flores, a  María. No me cabe duda de que le darán un buen puesto en los jardines celestiales porque aquí la misión, la ha bordado.

PENSAR MUCHO Y PENSAR BIEN

PENSAR MUCHO Y PENSAR BIEN

Alba después de la Pascua de Resurrección. Limpiando el templo que soy, deseo clarear los infiernos interiores y descubrir los mil rostros de la falacia en las voces que me habitan y me visitan, sin pretender adoctrinar a nadie fuera de mí misma.

La obsesión mental dista un paso del uso eficiente del pensamiento, que puede desembocar en genialidades y altas capacidades cognitivas. Sin embargo, no nos enseñan a raciocinar para la felicidad y la solución, ni a criticar constructivamente. En nuestro fuero interno trabamos conversaciones inaudibles que acaban solidificando como verdades incuestionadas, hasta que la realidad, con su traje cambiante, nos obliga a despertar y deshace nuestras enredaderas de humo.

¿En qué diferenciaremos el pensamiento productivo/significativo de aquel que nos lleva a la debacle? Discernir: uno es eficiente, otro es repetitivo. Uno es ergonómico y económico, el otro desgasta y agota en espirales destructivas. Uno resuelve, otro complica. Uno simplifica, otro crea problemas añadidos. Uno se apoya en sabios fundamentos,  experiencia y verdades contrastadas, mientras el otro temblequea intentando sostenerse en verdades a medias, afirmaciones categóricas, generalizaciones, frases hechas, estereotipos, creencias infundadas, convicciones irrebatibles, en fin, las incontables voces del miedo.

En el pensamiento hoy toca podar ramas secas, limpiar la maleza, plantar semillas salutíferas. Meditar es dejar el campo en barbecho. ¿Somos conscientes de lo que plantamos en nuestro jardín mental y cómo al volverse creencia o hábito, eso condiciona nuestra conducta?

Y después de forjado el pensamiento, ¿sabemos ponerlo en palabras, adecuarlo al contexto, sentir al receptor, calcular el efecto parabólico de nuestros dardos/saetas verbales? ¿Asumimos las posibles consecuencias de nuestras palabras y su impacto imprevisible? "Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio..." ¿Estamos dispuestos a aceptar un no por respuesta, a convivir con un pensar diferente? ¿Conseguimos tolerar y neutralizar dentro de nosotros mismos lo que nos rechaza y nos ataca? ¿Somos capaces de decir no o expresar nuestra parte de verdad sin ofender y a costa de la reacción ajena?

“Bendecid a los que os maldicen y rezad por los que os persiguen”: con la bendición, limpias la tierra que te cabe, -tu recinto interior-, para que no entre la sed de venganza y acabes sintonizando la frecuencia del atacante. Con la oración, irradias amor desde tu corazón y tu mente hacia los que se avecinan en tu dirección con funestas intenciones. Magnetismo protector. Hordas de ángeles te rodean. Legiones de las milicias celestes te abren camino. No temas, camina. Que la Madre Piadosa te cubra con su Manto.

Tecnología, autonomía, mediación, aprendizaje cooperativo

Tecnología, autonomía, mediación, aprendizaje cooperativo

Este es un mapa conceptual orienta en torno a tres temas de gran actualidad para la innovación de la práctica docente. 

En primer lugar nos ayuda a entender la importancia del aprendizaje cooperativo, no solo a traves de dinamicas de grupo y revisión de pares, sino tambén como factor potenciador de la memoria, estímulo de los sentidos y suscitador de emociones además de contribuir al aprendizaje de habilidades sociales, y a la socialización del saber. 

En segundo lugar, se plantea críticamente el uso de tecnología, donde el blended learning amplía sus miras para contemplar diversos tipos de enseñanza online, con diversas herramientas, diversos grados de participación y diferentes grados de distancia.

En tercer lugar, el concepto de autonomía del alumno (con técnicas como el flipped learning) viene unido al nuevo perfil de profesor como mediador o facilitador. 

Esperamos que sea de utilidad para todos.

ENSEÑAR HISTORIA MEDIANTE IMÁGENES: LAS MENINAS

Esta actividad se dirige a estudiantes de español y pretende que a través de un cuadro como las Meninas de Velázquez podamos reconstruir la sociedad, la política y detalles históricos de interés. A partir de la imagen, suscitamos el siguiente cuestionario:

1) ?Qué tipo de vestimenta llevan los personajes? Crees que son de la misma clase social? por qué?

2) Qué símbolos encuentras en los personajes? (Cruz, broche) Qué significaban?

3) Qué actitudes manifiestan los cuerpos y los rostros? Hay alguien que parece más importante que los otros? Lo era en realidad?

4) Quiénes son los personajes del espejo al fondo? Por qué están reflejados, lejos y borrosos? dónde estaban en realidad según la perspectiva de la escena?

5) Quién podía ser el personaje misterioso de la puerta?

6) De acuerdo con el uso de la técnica de la perspectiva, a qué época puede pertenecer el cuadro? qué detalles lo confirman? 

7) El empleo de los claroscuros, luces y sombras y colores remite a qué escuelas de arte? Quiénes fueron los profesores de pintura del pintor? dónde vivió?

LINKS CONSULTADOS

http://www.cossio.net/actividades/pinacoteca/p_01_02/las_meninas.htm

http://www.artehistoria.com/v2/obras/3.htm

http://verdadyverdades.blogspot.com.br/2011/02/las-meninas-velazquez.html

 

#PDP_ELE

Misión Servir

Misión Servir

Pascua de Resurrección: mi misión atravesándome como una flecha. Certeza de ser y estar en el momento preciso, donde debo estar, siendo.

Creí que ser profesora era saber mucho, aprender técnicas, enseñar, hablar, investigar. Así recorrí aulas y diplomas, maestros y libros, en busca de respuestas. Mejoré, absorbí, crecí, integré, pero estaba lejos de la verdad.

Fue mucho más tarde cuando entendí que ser profesor no tiene que ver con la cabeza sino con el corazón.

Ahí encajaron las piezas sueltas: todas las amenazas de alumnos, los pinchazos de rueda, los accidentes, los ataques de colegas, los cuestionamientos de todos los que no creen en ti, las envidias y fracasos, el perfeccionista juez interno, nunca satisfecho, hasta cuestionar tu vocación, hasta hacerte pensar en abandonar lo único que sabes hacer, lo que amas hacer, lo que te realiza.

Ahí encajaron también los agradecimientos de los alumnos, los rostros intrigados, la sonrisa cómplice, las risas abiertas, la satisfacción de crecer y aprender juntos, los abrazos, la creatividad, el baile, la meditación, la nariz de payaso, las inspiraciones súbitas y tantas cosas que no estaban escritas en los libros sobre lo que es dar una clase.

Enseñar a aprender no es un proceso finito que encamina a un producto. No es sistematizable ni da lugar a cajas homogéneas. Yo no recibo materia a transformar, sino almas en plena vida bullente. Un puñado de semillas diversas que me encargo de regar y adobar para averiguar cuál es su esencia, su identidad, su talento, su fruto. Solo acontece desde el respeto.

A veces no tenemos palabras: cuando una joven adolescente adormilada por los calmantes te pide si se puede quedar el recreo contigo y te cuenta su aborto, su hermano que murió en un tiroteo... Eres solo presencia atónita. En ese momento te parece que eres insuficiente, que nada puedes aportar a su ya maltrecha vida, y sin embargo, mucho tiempo después te das cuenta de que se acurrucó bajo tus alas un pajarillo herido por el miedo, buscando en tu calidez humana algo de afecto, de paz.

Recuerdas a aquel adolescente grandullón con cara de niño que el día del disparo se te abrazó y no te soltaba y casi te ahoga. Decían que era peligroso. Hoy lejos entiendes su pavor. Decían que era violento, que estaba desequilibrado, que te haría daño. Tú solo viste un niño aterido. No tuviste miedo porque el amor era tu coraza, pero aun no lo sabías.

Recuerdas a aquellos alumnos imposibles, preguntones, revoltosos, airados, criticones, cizañeros. Especialmente a ese puñado de diamantes en bruto que fueron tus piedras de toque. Primero te oponías, luego te encolerizaban. Les ignoraste, buscaste otros métodos, estudiaste psicología, y nada. Hasta que un día decidiste darles atención, y se abrieron como rosas salvajes, convirtiéndose en los mejores alumnos, los más participativos, los más responsables, los líderes ocultos, tus maestros. Gracias por ampliar mis nociones, por abrir horizontes donde yo tenía todo encajonado y etiquetado. Gracias por romperme los esquemas y los moldes, por obligarme a reinventarme, por sacarme del umbral de confort.

Un día le das la vuelta al tapiz y lo que era una maraña de nudos inconexos revela una perfección inimaginada: todo lo ocurrido ha sido permitido para forjar tu espada, eres probado como oro en el crisol, al fuego. Cada prueba te destruye un poco, pero sigues en pie. A veces tomada por el desánimo, a veces con los miembros agotados.

Disto de ser la mejor profesora del mundo. De hecho, tengo mucho que mejorar. Esos jóvenes hambrientos de saber son implacables. Pero hoy en mi resurrección Dios me ha rellenado el pecho de esperanza, me ha dado una palmada en la espalda y me ha dicho, adelante. Por el mundo que se fragua, por ellos.

Como los hijos, los alumnos son la espuma de la ola que somos, la parte más sutil de nosotros, la que llega más allá, la que desasida del peso del agua danza con el aire y toca el cielo, mientras nosotros solo lo reflejamos.

Por eso, en mi vejez, soñaré con la espuma, con el brillo en la mirada curiosa, con la pregunta no respondida. Con ese fruto exuberante que mis ojos no verán pero mi voz y mis manos habrán tocado,  como arcilla virgen. Y no importará si algo quedó de mí o si alguien me recuerda, porque a todos los que estuvieron en el aula, los llevo como un ramillete perfumado, prendido en mi pecho. De algunos olvidé el nombre, pero de cada uno guardo un momento: ese instante en que se me otorgó el presente de ser hombro, consejo, mano amiga. Para algunos fui piedra de toque, me consta. Pero al final, todos serán espuma y llevarán algo de mi color, diluido en una paleta iridiscente. Seré invisible como la sal en el mar. Me olvidarán, pero si hoy estoy y soy, con ellos, tendré sentido.

Porque por una vez no hice algo por mí misma, sino por los otros. Enseñar al que no sabe y corregir al que yerra son obras de misericordia. No he venido para ser servido sino para servir. El que quiera ser grande entre vosotros que sea el que sirva. Pues bien, he anudado la toalla y tomado la jofaina, estoy, con placer y alegría, a vuestros pies.

FLOR DE LAS AGUAS

FLOR DE LAS AGUAS

Hay unas flores escarchadas de dulzor inmarcesible que solo conoce el que ha velado por ellas. Hay en la noche un perfume que solo capta el sentido espiritual, el único vigía despierto a maitines.

Con el primer fulgor en el horizonte llueven gotas de Gracia para el alma. Todos los días son santos si consagrados. Bendito el que es encontrado insomne, porque conocerá misericordia.

El maná delicado se deposita en los pétalos aflorando como caricia, intercambio materno entre el calor exudado de la tierra y la humedad celeste. Las vírgenes recolectan estas rosas con sus dedos inmaculados. Las alzan a sus rostros, aspiran el aroma, vierten sus cálices en sus labios. Comulgan su pureza, que no es de este mundo.

Toda aurora trae estos tesoros en su halda; si te dejas cobijar mimosa bajo su amparo el calor de su manto restaurará tu alma con alimento verdadero. En la hojas verdes está también escrito un código de amor del Creador. Feliz el que desentraña sus claves. Feliz aquel sabio, -guerrero, astrónomo, mago o científico-, que se aproxima al misterio por ley de similitud: su reverencia humilde despierta la compasión divina y su prosternación lo hace digno de adquirir saberes.

!Ah, dichoso tesoro! Ni todas mis palabras, ni todos mis silencios bastan para contarte. Ni toda mi alma y ser para cantarte. Hazme eterno, cantor, rey mago y ángel. Ofrenda de alabanza, de sacrificio y gozo. Oro, incienso y mirra; santos, vírgenes, mártires. Perfumes a tus pies, Niño Jesús.

Llegamos a Roma. Amanece.

DIME NIÑO DE QUIÉN ERES

DIME NIÑO DE QUIÉN ERES

Encarnar: acto en que el Espíritu toma carne. Asumir. Representar.

Qué milagro viste de blanco las almas cada solsticio de invierno,

teje cenefas, artesona puntillas, viste catedrales de piel.

Cuántas novias se preparan cada instante.

Cuántas acaban olvidando la pureza primordial.

Encarnar. Volver rojo lo que era blanco.

Enblanquecer lo que era rojo.

Agua del costado y sangre.

Vino y agua. Pan y vino. Vino y no le conocieron.

All’alba vincerò.

Al alba

vino seré.

WOMANITY

WOMANITY

La mujer pide libertad, pero las jóvenes se ponen cada vez más piercings, argollas, aros, tatuajes.

Pide naturalidad pero se tapa con maquillaje y luego con operaciones de cirujía, se oculta bajo personalidades-máscara, ropas-disfraz.

Pide poder elegir cuándo y de quién tener hijos, mientras continúan los abortos, las violaciones, los embarazos no deseados y las víctimas de la violencia doméstica.

Pide respeto y consideración como ser humano, pero frecuentemente vive presa de la imagen, tratando de adaptarse al gusto ajeno. Cree en los cánones de belleza que le han impuesto y raramente los cuestiona, pero lo más triste es que se somete alegre porque le hacen creer que es eso lo que desea y lo que la hace feliz. Es muy pronto cuando nos roban el sentido estético y el amor propio. Logro tras logro, en el fondo sigue latiendo la insatisfacción, y la boca del deseo pide con ansia, sin freno, insaciable.

La mujer quiere ser amada en su plenitud, por todo lo que es (el síndrome superwoman clama por ello), pero solo recibe piropos callejeros cuando es turgente y lozana, cuando muestra su piel más allá de lo que la temperatura requiere.

Se expone como carne de cañón y exige de los que la miran continencia. Pide ser vista como ser humano pero se viste de prostituta. La juventud nos ciega con su inherente idealismo, y no importa que la bandera de lo que creemos libertad se manche de sangre o de carmín mientras se consiga lo que se quiere. Antes habría que preguntarse quién lo quiere, quién ha inoculado ese “deseo de ser algo diverso de lo que se es”, y cómo.

La mujer quiere placer, pero le dan sucedáneos que no la colman. Se vende por un puñado de caricias y así pone precio a su autoestima. Se entrega por partes y acaba despedazada y con el corazón hecho trizas. Da todo y es abusada. Aunque tiene hambre de compañía y aceptación, se queda sola más de lo que desearía, de joven, de adulta, de vieja.

La mujer quiere dignidad e igualdad, pero acepta sobornos para mantener la farsa de un amor paradójico, un amor que dice que la quiere pero no quiere hijos de ella, que la toma en cuerpo pero no en alma, que la usa mientras sirve y luego la desecha o la cambia por otra. La mujer critica con saña las culturas represoras donde las mujeres son cambiadas por camellos, usadas como moneda de cambio, pero a sí misma no se valora más allá de una noche de sexo, por menos que eso llega a darse.

Hay muchas mujeres que estas palabras no reflejan. Un puñado se parará a reflexionar qué modelo está pasando a sus hijas, a sus alumnas, a sus amigas. Muchas tendrán reticencia a continuar leyendo. Hermanas, mi colcha presenta arrugas y grietas, como la de todas. Heridas unas abiertas, otras cicatrizadas. Triunfos y desengaños. Hondos abismos de dolor y falsas euforias.

Si las niñas dejasen de recibir la primera regla como una carga,  una impureza o un impedimento y la tomasen como la delicada y loable responsabilidad sobre el cáliz sagrado de la sangre que trae la vida, tomarían su cetro de poder verdadero. No en vano, la primera menstruación se llama menarquía, y en verdad es el inicio de un reinado. Pero muchas, instiladas de mentiras, son reinas por un día y esclavas el resto de la vida, otras son esclavas de sí mismas, otras se resisten a ser madres y prefieren vivir eternamente princesas, momificadas, inertes, sin fruto, como la fruta que venden encerada y brillante y por dentro llena de gusanos y sin sabor. Pocas toman el valor de darse valor, desde dentro. De ello nadie es culpable, todos somos responsables.

Si preservásemos la inocencia y las púberes supieran mantener el candor,  ¿los hombres nos respetarían? Hay demasiadas generaciones cuya sangre derramada exige justicia. La ira acumulada del género femenino a lo largo de siglos quiere responder con más sangre a la ya vertida. Es una guerra silenciosa pero constante que se cobra nuevos sacrificios luna tras luna.

La mujer desea reconocimiento verdadero, como el que muestra Jesús cuando al pasar le dicen: “Benditos los pechos que te amamantaron y el vientre que te crió”. Y Él, para no limitar el valor del elogio, lo coloca donde debe estar: no en el cuerpo, sino en el alma: Mejor “benditos los que oyen la voluntad de mi Padre y la cumplen”. Y con eso no diferencia hombres de mujeres, formas bellas o no. Nos unifica. Nos dignifica.

Somos libres para amar.

Asumamos las consecuencias de nuestras elecciones.

DONDE NACEN LOS SUEÑOS: REVERSIÓN

DONDE NACEN LOS SUEÑOS: REVERSIÓN

La noche es hogar de sueños, fábrica de esperanzas. Un ángel me despierta y me pide que sueñe a ojos abiertos, mientras lo oscuro del vientre universal me acuna. Las estrellas me susurran otros mundos con guiños silenciosos. Su brillo reflejado en mis pupilas da a luz sueños a conciencia armada:

Sueño con un mundo donde no hagan falta gimnasios, porque el trabajo de cada ser humano sea valorado y dignifique a su salud física, mental, espiritual.

Sueño con que cada ser humano sea parte en el sostenimiento del planeta con sus manos, como artista, curador, artesano, agricultor, constructor, profesor, o cualquier tarea que ennoblezca su alma y contribuya para un mundo más solidario y menos consumista.

Sueño con un lugar donde el dinero sea innecesario porque todos tengan lo que precisan, donde haya redes de préstamo, donación, intercambio, trueque, caridad fraterna. Que se implante en las escuelas la ecología de los recursos.

Sueño con una realidad que desconoce la codicia ni las acumulaciones injustas, porque todo uso está alineado con el Bien Mayor, el Bien Común.

Sueño con que cada ser humano tenga donde depositar su saber y su noción de belleza, como granitos de arena colorida en un mandala global.

Sueño con un planeta lleno de viejos sabios y sabios niños que tomen las tribunas donde se sentaban los políticos, los monarcas, los mandatarios. Que la inocencia sea juez y dirima.

O mejor, sueño con seres que no conocen el juicio, ni el prejuicio. Adorables niños, locos cuerdos.

Sueño con que no hagan falta parques, reservas vegetales, como oasis de desiertos urbanos, porque no queden muros ni cemento, y todo sea todo tierra y naturaleza armónica de nuevo.

Sueño con una jornada laboral que cada uno ajuste a sus fuerzas, al sol, a la luna, a su edad, al rendimiento, a los logros, a la capacidad, a las variables del esfuerzo nuestro de cada día. Libres, esclavos de ningún sistema sino el sentido común, el sentir común.

Sueño con ruedas de conversación y danza, con juegos y fiestas multiétnicas, con respeto a la naturaleza, con muchas sonrisas, masajes, cascadas, prados floridos, salud y prosperidad.

Sueño que dejaron de existir las brigadas de limpieza porque desapareció la suciedad. Que el género médico se extinguió por falta de enfermos, y las cárceles se repoblaron de santos, o se convirtieron en circos, hogares y huertos.

Sueño con un planeta en el que no haya que elegir una fecha para celebrar o conmemorar una causa, porque todos tengamos presente a cada instante lo prioritario, lo verdadero.

Sueño que cuando unos padres deciden que quieren que su hijo comulgue (o profese una religión) se preocupen más de su alma e inviertan en personas que sean buenos ejemplos y en buenos libros, y no en un bonito traje o en una comida que tardarán en pagar.

Sueño que las mujeres tienen a sus hijos donde y como ellas deciden. Sueño con el respeto que viene del amor. Para las parejas, para los padres, para los hijos. Lazos de amor estrechando la humanidad.

Sueño que ser padre y madre es una misión y un don divino al que cada adulto responsable se entrega al cien por cien, en cuerpo, alma y corazón. Sueño que a los pequeños se les da la atención, el cariño y el sustento que precisan para crecer sanos y felices.

Sueño que se procrea por amor, que se hace el amor por amor, que se entrega nuestro cuerpo-templo a otro ser para magnificar la Vida, sacramente. Que nadie se abandona en otras manos solo por carencias afectivas, traumas, drogas, falta de autoestima, vicio.

Sueño con que todos nos conozcamos en nuestra verdad e identidad, "a imagen y semejanza" divina y dejemos de comportarnos como menos que animales para asumir nuestra esencia y dignidad de Hijos de Dios.

Sueño con maestros que enseñen lo esencial: a respirar, a contar cuentos, a estirarse como gatos, a mantener la curiosidad de un niño de 3 años, a escuchar las señales de lo invisible, a hablar con Dios con cada inspiración, a escuchar lo que nos dice el corazón.

Existo, porque sueño.

La llama de la Esperanza es el Espíritu Vivo en mí.

La escuela a la que me hubiera gustado haber ido

La escuela a la que me hubiera gustado haber ido

No tiene paredes y la pizarra es el cielo, porque no se puede medir la libertad de quien crece, y las alas alcanzan allá donde nuestros ojos nunca verán.

Se escribe con el dedo en la arena, no hay errores, todo se borra, lo exitoso y lo fracasado. No hay comparaciones, solo vemos el don de cada uno porque componemos un puzzle perfecto.

Nos tomamos nuestro tiempo en descubrir, importan más los procesos que los conceptos, el arte y la música que las listas memorizables.

No hay lección que no incluya el juego como método. Se anulan las que provocan caras serias. Cuando no se entiende algo, el individuo es libre para escoger el camino de su aprendizaje. No hay normas marcadas sobre cómo aprender, dónde aprender o por qué. No hay límites que aprobar y traspasar, no hay carreras ni competiciones. Impera el placer y es bueno lo que es útil.

El canon es la hermosura. Las reglas son que no haya reglas, que alcancemos el don del autogobierno por empatía y simpatía. Los materiales no pertenecen a nadie, son un fondo común que acrecentamos con nuestros tesoros personales, creados, reciclados, naturales.

El saber tiene la medida de nuestro hambre de él. No existen las etiquetas ni los calificativos porque nos reinventamos a cada instante, somos seres en transformación constante, asimilando.

Compartir y danzar, relajarse y respirar, la paz y la alegría son nuestro alimento. Somos los dueños de las lentes y las pintamos del color que queremos.

Nuestra escuela existe más allá de los muros, los lenguajes, las fronteras. Se mueve en el amor.

CARTA DE AMOR A UN MORIBUNDO

CARTA DE AMOR A UN MORIBUNDO

Te llevan al cabildo azotado. Las heridas te han desfigurado, ya no pareces de la raza humana, se ríen del que se pronunciaba dios y carcajeándose exclaman "ecce homo", he aquí el hombre. Sumo hombre, humanidad máxima: en el más hondo dolor, navegas en mares turbios de angustia y náusea, asco y muerte, recoges con tu mirada los despojos rasgados de los incrédulos que arden en el mal, que andan perdidos en limbos innombrables, que no saben - terribilità!-: no saben que no saben. Descoyuntado agonizas, te desangras, tus estertores anuncian el inminente desenlace. Clamas al Padre. Tus amigos, avergonzados, han renegado de ti y han salido corriendo para salvar el pellejo. Los presentes te aguijonean, escupen, maldicen, calumnian, se burlan. A tu sed dan vinagre y hiel. A tu agotamiento una lanzada en el costado. Entre regueros púrpura los párpados a duras penas se abren.

Únicamente tu Madre y un joven discípulo dan ejemplo de firmeza al pie del espectáculo. Todos ven a un malhechor castigado, a una pobre mujer y a un amigo que se lamentan. Se lamentan? Quizá aguardan la hora en que regreses. Nadie sabe que en este drama ellos representan la Humanidad entera, y tú Aquel cuyo sacrificio nos salva.

Ella te ha gestado en su vientre. Te conoce en tu más íntima esencia y secreto, a ti que conoces a todos antes de nacer. El amigo en la cena ha reposado su cabeza sobre tu pecho, ha quedado impregnado en el seno que crea el universo con su Amor. Permanecen en pie porque confían en tu promesa.

Perdonas a todos irradiando amor sin cesar, un amor invisible e inaudible para el que no cree. Aunque lo oyen no escuchan; aunque lo ven, no lo entienden, hasta hoy. Aguardas que todo se cumpla y esté hecho, hasta la última gota licuefacto. Manan de ti torrentes de misericordia, fuentes de agua viva, palabras de vida eterna. Eres faro y no barca a la deriva.

Cordero plenamente consciente. Tu cetro inconmovible no ha decaido: has sostenido firme el amor en la más difícil de las situaciones. Has sido levantado sobre el pecado y las sierpes de la enfermedad huyen despavoridas, pero el que te mira elevado se cura. Porque si grande es el pecado, inmensa es tu misericordia, porque mucho perdonas al que mucho amó, porque no te acuerdas del mal cometido por tus amigos y a su arrepentimiento prodigas con bendiciones y celebraciones celestiales. Al rayo de las tres entregas el espíritu. Has bebido el cáliz hasta la hez. Se hacen realidad las profecías. Se consuma nuestra liberación.

El templo que se rasga simboliza tu cuerpo-templo del Espíritu. La tierra tiembla. El cielo se oscurece, como si hubiera sido sostenido por tus brazos colosales que ahora yacen inertes. Y todos corren espantados. "En verdad este era el Hijo de Dios", se percatan. No veían el mayor amor que jamás pisó esta tierra, pero ven las catástrofes naturales y creen: hasta hoy abunda la miopía de la paja y la viga, en lugar de la visión clara del madero que es el Árbol de la Vida.

El Pan y el vino que nos compartiste ayer sabían diferente. Nos hicieron llorar como quien ríe, nos hicieron reír como quien llora. Trasbordados. El vino nuevo se guardará en odres nuevos y no en copas de barro. El Pneuma transitará la carne pero no podrá permanecer en ella porque su dominio es el éter.

Dentro del vientre de la ballena, devorado por el sepulcro, te sumerges en la muerte con toda su desdicha. Por tres días viajas a los submundos a buscar almas. En ese mismo vientre donde muere el yo humano nace el Dios Eterno.

Unos paños reposan doblados sobre una piedra en el túmulo. Magdalena golpeará con sus puños el polvo de la tumba, en el nicho arrodillada, encogida, buscando al embalsamado cuyos pies lavó con cabellos y lágrimas; la arena dibujará tu rostro colmando de fe su desespero. "No busques entre los muertos al que Vive", le dice el ángel. Justo a ella en primer lugar le harás ver tu Resurrección. Volverás a restaurar a los deprimidos: al que tres veces te negó le darás ocasión para afirmarte otras tantas en su amor por ti. Porque pruebas para acrisolar virtudes y corriges al que amas. Nunca abandonas.

Eres todo Presencia, todo Consciencia. Estás vivo. Proclamo con ansias tu Resurrección, sé que muchos aguardan tu regreso.

Yo, que también aguardaba, no conozco ya la noche. Yo que estaba dormida y enfangada, perdida y muerta, he renacido en ti. Tú me has llamado de vuelta. Te espero por los hermanos, para que vean y crean, Lázaros de poca fe; haz con ellos lo que hiciste conmigo: lo que la primavera hace con los cerezos. Recubriste de carne viva mi esqueleto en podredumbre a la sola mención de tu Corazón Sagrado.

Ya no estoy impaciente por volverte a ver en carne y hueso pues para mí nunca te has ido. Escribe en cada una de mis células este saber y que nada me separe de tu amor: "aun cuando un ejército me asedie, no temblará mi corazón; aun cuando una guerra estalle contra mí, yo mantendré la confianza". Al pie de la Cruz, te veo a las tres.

CONFESIÓN: CULPA, YUGO Y LIBERTACIÓN

CONFESIÓN: CULPA, YUGO Y LIBERTACIÓN

A los falsos profetas que me hablan del fin del mundo les digo: más cercana está Su Venida. Porque el fin del mundo es el fin del imperio del maligno, para nuestra eterna alegría. Sobre los que piensan que el catolicismo inocula el sentido de culpa mediante la noción de pecado, diré que yo también lo veía así desde el orgullo antes de acceder a la confesión. Quería sacudir el pesado yugo de mis errores acumulados, pero ahí seguían.

Nos han hecho creer que penitencia es flagelación y cadenas. Nada más lejos. Así lo ve el ego culpable, pero no el humano que consciente quiere limpiar su interior. Uno mismo puede perdonarse, pero no absolverse. Y ahí pasamos años arrastrando fardos, todo para evitar mirarnos cara a cara en el espejo y que alguien ajeno oiga nuestras inmundicias. Para eso existe el secreto de confesión.

Culpas, todos tenemos. Podemos quedarnos con ellas dentro royéndonos el alma, o adoptar una penitencia reparadora que nos libere. No hay yugo más leve que este de depositar en confesión los harapos del viejo yo para que el nuevo emerja leve, en luz.

Probad y ved cómo es dulce. Sólo nuestra vanidad nos separa. El ego no quiere reconocer, ahondar en sí. No quiere arrodillarse y pedir perdón y mucho menos obtenerlo, porque sería su fin. Quiere seguir enseñoreándose de nuestras potencias, campando a sus anchas en nuestra alma. Lo oirás bramar cuando te arrodilles ante el Santísimo Sacramento. Sentirás cómo huyen de ti las sombras. Haz la prueba, pero no como un teatro o una superstición, sino sintiendo el arrepentimiento dentro.

Libertarnos en Cristo quiere decir retomar el cetro y el dominio sobre el propio cuerpo-templo, saber que no somos esclavos de las pasiones y que tenemos poder para decir “no” a las tentaciones. Su Sacrificio puso fin a todos los sacrificios de animales y cosas, que se hacían en el Antiguo Testamento. Muchos aún andan en religiones dando de comer a dioses inexistentes, poniendo su fe en dioses hechos de barro, pidiendo bienes materiales, aunque ya han pasado 2000 años desde que Jesucristo instauró esta Alianza nueva y eterna.

Despierten, arrepiéntanse y crean en la Buena Nueva de la Salvación. Crean que pueden ser salvos. El Buen Pastor nunca nos abandona.

Pruebas y peligros? Él nos ayuda y protege con su milicia celeste, Todopoderoso. Hasta el final de los tiempos.

ALUCINÓGENOS, PSICOTROPÍAS Y LA NEURONA DE DIOS

ALUCINÓGENOS, PSICOTROPÍAS Y LA NEURONA DE DIOS
The best psychedelic explorers,
are people who realize that even
the "truths" they see on a trip
are not "truths", but "new models", new "what-ifs" alternative frames.
Unless there is a map and a clear methodology
then one will just have a variety of different experiences.
I believe all of these experiences, in fact, are fractals.
If we understand the concept of fractal geometry,
no matter how small it is,
it contains everything that is in the larger picture

"The spiritual molecule", Richard Strassman
 
   para Gretel, que me hace soñar sin aditivos 
 
Visiones y perspectivas...puntos de vista y vistas de puntos...
Yo que buscaba mi vía espiritual quedé como tantos epatada ante las luces y visiones expansivas, hasta volver del big bang interior a la semilla recogida.
Fue leyendo a San Juan de la Cruz, gran místico sin LSD ni brebajes, como supe que el demonio también es capaz de aparecernos transfigurado como ángel de luz, y que las visiones son apenas una puerta en el Camino.
Si uno se queda extasiado parado en eso, no avanza. Son de hecho apenas un filtro, para dejar atrás a los no preparados. Porque el oro que se anuncia despierta nuestra codicia y gula espiritual, nuestra ansia de poder y de saber. Y si pretendes atesorarlo entre sus manos, the game is over.
Por eso comencé a desvestir mi alma de imágenes y profecías para quedarme a solas conmigo, humildemente, pegadita al polvo terrestre, que es lo que soy.
Las predicciones y "adivinios" (a-divino, no divino?) que tuve con la ayahuasca me sirvieron? Sí, fueron un portal, una llave al autoconocimiento (al final todo lo que emanamos procede de algun punto propio, conocido o ignorado, (-ciego, como dice Goleman, el de la Inteligencia emocional-).
Unas acertaron, otras manifestaron escenas de miedos no sabidos, otras materializaron esos mismos miedos; a los sueños no llegué tan alto, pero también la mente me trajo dulzuras, amrita, néctares y Dharma. Suficientes para acabar con la dependencia del alcohol y desear algo más de esa luz. En efecto la ayahuasca ha sido experimentada con éxito para desintoxicación de drogas y para salir de vicios, y atestiguo que ayuda.
Por otro lado para los que se sienten atraidos por la clarividencia y las experiencias sensoriales, diré que no creo que anticipar eventos ayude. Uno puede suplicar y perseguir iluminarse, pero ese es un don que solo la Gracia concede cuando es el momento. Para qué la carrera? para dónde?
Utilizar ese don para pronósticos ajenos es como prostituirse. No nos fue dado para ese fin, sino para crecer y amar mejor para salvar almas avisándolas, una vez más: Arrepentíos y creed en el Evangelio.
Discernimiento pides? Te diré que si no nos sirve para amar al enemigo, es inútil. Si no nos hace cada vez más humildes, es falso.
Ahora prefiero estar bien en el centro de mi barriga (eje del mundo) y de mi tercer ojo (la cabeza recta sobre los hombros relajados).
Todo aquello que nos endiosa y halaga es tentación vestida seductoramente de facilidad. Todo lo que nos fascina no es luz verdadera, pues esta proyecta sobre nosotros nuestras sombras, y nos hace en su presencia gritar como Pedro al conocer la naturaleza divina de su Maestro: "Señor, apártate de mí que soy un pecador".
 
La Luz está en el rayo, pero no es el rayo.
 
El dedo que la señala apunta a ella, pero no es Ella.
 
Transitando, aprendiendo, superando, sublimando.
Desde la partícula de polvo que soy, en la dignidad de saberme Hijo/a de Dios, gracias al sacrificio de Cristo, que se hermana misericordioso en la Cruz con nuestra miseria.
 
Vamos adelante y arriba! (Subiendo el Monte Carmelo)

MATERNUDOS

MATERNUDOS
Cuatro de la noche, o de la mañana.
Llueve y preparo té de jazmín porque me he cansado de dar vueltas en la cama buscando el cordel del sueño. Y nutro el alma en esta luna llena, con las diminutas pero perceptibles alegrías cotidianas.
Suele darme este desvelo en las lunas llenas. Parece que mi agua entra en mareas removiendo los cimientos y lavando las memorias para recibir clara el porvenir. Es interesante como en esas revueltas entre sábanas (mientras me resisto a levantarme) pasan por mi cabeza tantas personas, ideas, imágenes...un centrifugado aleatorio de items que no sé si vienen o van, o ambas cosas.
Llueve sin truenos, mansamente, como un rumor de hojas al viento, ambientando este silencio fértil, estas inspiraciones y vaivenes de mis aguas emocionales en un día aun no anunciado.
Los hijos tejen una red de amor alrededor nuestro, y nosotras somos agua que se escapa... hacia ellos. Si duele cortar nuditos, también reparamos redes, o tejemos y destejemos como Ariadna para salir del Laberinto...Para cada nudo en la garganta hay un grito libertador; y para cada grito rompedor hay una artesana cosiendo los rotos. Cuántos nuditos en la garganta que trepan desde el pecho y quieren ser llorados...! Son testimonio de nuestro crecer como mamás!
Los vástagos nos tejen desde dentro cuando nos anidan en el templo uterino. Al salir nos hilan alrededor un ovillo que a veces ahoga; y un buen día, el ovillo se seca y salimos nosotras, mariposas de alma arcoirisada! Cuántas veces no renacemos gracias a nuestros pequeños hombres-araña??
Mujeres árbol. Nuestros frutos, tan savia y semilla, tan coloridos y perfumados, nuestra esencia. En ellos depositamos esperanza y herencia para la tierra. No caen antes ni después, sino a su hora. La autonomía llega cuando el peso de la grave-edad empuja para que ellos tracen nuevos caminos, otras ramas.
Nos queda dar sombra, acoger pajarillos, levantarnos hacia el sol, hurgar por minerales, embellecer el paisaje, crepitar en una hoguera, ser pared o columna de nuevas chozas, en fin. Ser ejemplo de destino asumido. Levantar con orgullo la barbilla presumiendo de sus triunfos, que son los nuestros. La próxima vez mira despacio los nudos de la madera.
Como dice mi amigo chileno, todo es un juego...y no es difícil verlo así para mujeres con nombre de cuento.
pd. arrecia la lluvia. Cinco de la mañana.

CASA DE CHÁ

CASA DE CHÁ

Há um cantinho aonde o coração consegue respirar profundo e a alma deita, embora esteja sentada. Há um remanso de paz em um Paraíso Alto, que só alcançam aqueles que se curvam diante da majestade do divino, entrando por sua porta pequena. Nele aguarda um chá, com aroma de colo e calor de mãe. O vapor penetra as narinas devagar como um abraço, e daí em diante já a alquimia do amor nos transmuta e reconecta com a face mais intima do nosso querer: a criança escondida pula e cheira os objetos, lambe os talheres, brinca com os castiçais, se espelha e olha com travessura; aí a velha tece cobertores lilás que remetem às suas feridas, às suas cicatrizes, às rugas testemunhas de ter vivido intensamente.

Os tapetes viram paisagens de aventuras ainda não começadas, as paredes retratam seres que ainda não conhecemos, mas temos a certeza de que fazem parte do nosso mundo. E quando a torta de maça desfila até a nossa mesa, no seu tremor gelatinoso nossa boca treme também, como diante do primeiro beijo, sabendo que nunca mais seremos os mesmos. Porque uma receita que tem sido melhorada durante mais de 30 anos é quase um matrimonio, uma tese doutoral, um filho.

E com sorte conseguimos do “mestresala” entrar no cantinho dos elixires secretos e escolher um chá como quem escolhe um remédio pela intuição, que é dizer pelo olfato. Ali queremos levar os seres queridos para compartilhar, que é revivenciar e amplificar a experiência. Ali sentimos vontade de caminhar sem sapatos porque o chão de madeira faz caricias nos pés.

É um lugar como aqueles que sonhamos, aconchegante, sem recarregados ornamentos, com a difícil simplicidade do que é verdadeiro. Observando aprendemos harmonia e a música desenha arabescos no ar, que dançam com a fumaça invisível do chá.

Convencidos, nos rendemos a sua beleza. Seja a prosperidade o anel que te conquiste, encantadora casa de chá.

http://casadecha-go.blogspot.com.br/

EL LENTO AMANECER, CRECIENTE TRANSPARENCIA

EL LENTO AMANECER, CRECIENTE TRANSPARENCIA

Cuando se aproxima la luz nuestras sombras salen a relucir, por eso en los periodos de aparente desastre debemos estar más atentos que nunca para aprender la lección que el universo nos ofrece en bandeja de oro.

El perdón es una ecuación bidireccional: yo perdono y en la misma medida soy perdonado en esferas mayores. Nuestra consciencia por su limitación nos impide ver el efecto total de nuestros actos, pero “las altas esferas” realizan la limpieza total en la medida en que el individuo se entrega y humilla sinceramente. El perdón tiene, como la piedra lanzada al lago, sus ondas expansivas.

Cuando profundizamos al máximo en el perdón, aprendemos de él todo lo que viene a enseñarnos, aprovechamos su cura que irradia en todos los aspectos de nuestra vida y elevamos nuestro ser.

El trabajo propio es reconocer las culpas y manifestar arrepentimiento, no sólo directamente a los seres a los que se ha dañado, con humildad y firme deseo de no recaer, sino también al Padre.

Los vicarios de Cristo poseen el don, instituido por el Espíritu Santo, de perdonar los pecados. No dejo de maravillarme ante este sacramento de la reconciliación. Como lo verdadero, es simple, pero contiene hondos efectos. Cuando nos evadimos de este “dar la cara” porque afirmamos no creer en la iglesia, o porque desconfiamos de los sacerdotes, no sólo el demonio se alegra de alejarnos de la fuente de todo bien, sino que crece su poder sobre nosotros. Cuando no queremos declarar nuestros males a terceros porque nos humilla, porque no hay arrepentimiento y queremos seguir en la actitud equivocada, porque no vemos aún la maldad contenida en nuestros actos, escepticismo, egoísmo, vanidad, vergüenza, timidez, cobardía, pereza, incredulidad, ignorancia, falta de confianza, falta de fe, miedo y deseo de huir de la responsabilidad, se apoderan de nosotros.

En mi breve caminar nunca encontré un padre que se negase a perdonar mis pecados, e incluso perdonaron aquellos que yo no recordaba, ¿hay dádiva mayor? Los secretos de confesión salvaguardan nuestra intimidad; puesto que ante Dios todo es visible, y dado que su Luz ha de regresar, y ya lo está haciendo, animo a que vayamos limpiando el recinto del corazón, porque a medida que la luz avanza, todas las mascaras caerán y con la transparencia creciente, todos los pecados serán visibles para todos, y entonces ya no habrá tiempo. Aprovechemos por tanto este precioso tiempo de reconciliación y misericordia.

Pidamos a Dios que nos ilumine para poder limpiar a conciencia cada rincón, cada detalle. A veces recuerdos olvidados salen a flote, aunque ya no los cometeríamos, sus llagas dejaron cicatrices que el maligno husmea como can ávido, y busca reabrir. Sellemos esas heridas. Tengamos el valor de reconocer nuestros errores, pidamos fuerza para no salir corriendo, estabilidad y firmeza para aguantar el reajuste que ello implicará en nuestro entorno y nuestra sociedad.

Yo puedo perdonar, pero si no asumo que en el conflicto tengo parte de culpa, y pido perdón por ello, no pasa de un gesto de falsa magnanimidad que esconde más orgullo y prepotencia que sinceridad. Para que el perdón sea profundo y verdadero, debe ser total, incondicional. Facilita mucho la tarea que el otro reconozca sus errores, digamos que minimiza el peso de la culpa, hace que tengamos que descender menos, hasta un nivel de igualdad donde el otro se reconoce hermano y co-causante. También a nosotros nos gustaría que nuestros verdugos nos ayudaran en ese trance, así que facilitémoslo cuando se nos dé la oportunidad, no seamos cerrados, duros de corazón, porque recibiremos lo que demos. Y, ¡tanto nos es perdonado! que, ¿por qué íbamos a aferrarnos a esa falsa superioridad? Tarde o temprano todos podrán ver nuestro interior, no demoremos en limpiarnos.

Meditemos sobre por qué hemos atraído a nuestra vida esos eventos, qué hay en nosotros que resuena o vibra en esa frecuencia. Aun cuando no consigamos detectarlo, pidamos perdón, por lo consciente y lo inconsciente. En este sentido los sueños son buenas herramientas. Puede que mi vigilia sea recta y yerre poco, pero que en sueños alguna parte de mí continúe vagando por inframundos, asistiendo escenas terribles. Lo importante es entender que formamos parte de un único cuerpo (Iglesia) que se cura a través de todos sus miembros, porque donde hay amor hay unidad. Por otro lado hemos de identificarnos con todos los elementos del sueño (inconsciente, subconsciente) y pedir perdón como asaltante y como víctima, como perseguidor y como perseguido. Creo que muchas veces somos víctimas de lo mismo que ya causamos a los otros. Nadie está impune. La humildad de reconocerse pecador es el primer paso para que la puerta inciática se abra, porque como se dice en Indiana Jones ante el Grial: "sólo el penitente pasará".

Infelizmente muchos seres o partes de nosotros aún habitan territorios de conciencia densa cuya oscuridad impide ver las propias faltas. No ha de tardar el momento en que todo se desvele; ya hemos empezado a sentirlo en nuestras vidas, mostrándose a la luz las falsedades, lo escondido. Tengo la certeza de que el Reino se aproxima lento y persistente, como la luz del amanecer. Por eso, como siempre, orad y vigilad.

té chá chai thé tea...Té amo

té chá chai thé tea...Té amo

Por qué amo el té. “ La primera taza me humedece los labios y la garganta, la segunda rompe mi soledad, la tercera busca en mis entrañas estériles y encuentra en ellas unos cinco mil volúmenes de ideogramas extraños. La cuarta me provoca una ligera transpiración, y todo lo malo de la vida se me va por los poros. En la quinta estoy purificado; la sexta me lleva a los reinos inmortales. La séptima taza...¡ah ya no puedo tomar más! Sólo siento el hálito del viento frío que hincha las mangas de mi vestido. ¿Dónde está Horisan (el Paraíso chino)¡Dejadme cabalgar sobre esta dulce brisa y que me lleve por los aires!”

Lu Tong (Lu T’ung) "Siete cuencos de Té" 七碗诗 卢仝(唐. 790~835)

De acuerdo con la leyenda china, el Emperador Chen-Nung el Divino Cultivador descubrió el té accidentalmente cuando estaba hirviendo agua a la sombra de un árbol del té silvestre cuyas hojas se mecían dulcemente con la brisa, cuando unas hojas cayeron en su olla. El emperador bebió la infusión resultante y se sintió inundado de una sensación de bienestar.

Los indios atribuyen el descubrimiento al Príncipe Bodhi-Dharma, hijo del Rey Kosjuwo. Había dejado la India para ir al Norte a predicar el budismo a lo largo del camino. Prometió no dormir durante su meditación de siete años. Al final del quinto año estaba cediendo a la laxitud y la somnolencia, pero una providencial casualidad le hizo coger y mascar algunas hojas de un árbol no identificado. Resultó ser un árbol del té y sus extraordinarias propiedades le permitieron cumplir su promesa.

La leyenda japonesa dice que al final de tres años de meditación, el Príncipe Bodhi-Dharma cayó dormido y soñó con todas las mujeres a las que había amado. Al despertar, se enfureció tanto con su propia debilidad que se arrancó los párpados y los enterró. Volvió al mismo lugar algún tiempo después para encontrar que sus párpados habían enraizado y habían crecido hasta convertirse en algún arbusto desconocido. Mascó algunas hojas y descubrió que tenían la propiedad de mantener sus ojos abiertos. Contó la historia a sus seguidores, que recogieron las semillas y así comenzó el cultivo del té.

Se dice de Shen Nung, conocido como "El Sanador Divino", que utilizaba una gran variedad de plantas medicinales. En su libro de medicina Pen ts’ao afirma lo siguiente:  "El t’u amargo es llamado ch’a, hsuan y yu. Crece en invierno en los valles, a lo largo de los arroyos, y en las colinas de Ichow (en la provincia de Sechuán), y soporta los inviernos más severos. Se recoge el tercer día del tercer mes (en abril) y después se seca." Otra referencia sugiere que la hoja del té es "buena para los tumores o abscesos que aparecen en la cabeza, o para los males de vejiga. Disipa el calor causado por la flema o las inflamaciones del pecho".

Otra leyenda cuenta que otro monje budista llamado Dengyo Daishi, después de peregrinar por China, llevó semillas de la planta de té a un pequeño monasterio de Japón. Cuando las plantas crecieron, le llevó hojas de té al emperador y le enseñó cómo preparar la infusión. Al emperador le encantó esta bebida y ordenó plantar té en cinco regiones cercanas a Kioto que, por aquel entonces, era la capital de Japón.

Entre los siglos IX y XI, las relaciones entre China y Japón se fueron deteriorando y el té dejó de ser consumido por la Corte japonesa. Tiempo después, los japoneses volvieron a tomarlo y desarrollaron la conocida ceremonia del té, una de las costumbres más difundidas de la cultura japonesa.

A cerimônia do chá - chamada em japonês de sadô, chadô ou chanoyu - é muito mais do que um ritual estilizado de servir chá verde em pó numa atmosfera serena. É uma filosofia de vida que há séculos vem influenciando muitos aspectos da vida dos japoneses.

 O chá verde em pó (macha) foi introduzido no Japão no final do século XII por monges zen-budistas que chegavam da China. A partir do século XIV, espalhou-se entre a classe alta o hábito de fazer reuniões sociais para tomar chá, notadamente para a apreciação de pinturas.

Sob a influência dos samurais, na época a classe dominante na sociedade japonesa, desenvolveram-se certas regras a serem seguidas pelos participantes das reuniões de chá. Foi essa a origem do chadô (literalmente, "Caminho do Chá").

No início, as reuniões de chá eram caracterizadas pela ostentação. Foi somente no final do século XV que o monge zen-budista Murata Juko (1422-1502) passou a incentivar a prática da cerimônia do chá em salas pequenas e com poucos utensílios.

Outro monge, Sen no Rikyu (1522-1591), deu a estrutura definitiva para a cerimônia do chá, no final do século XVI. Ligado à filosofia zen, Rikyu pregava o espírito wabi (desprendimento, simplicidade, eliminação do supérfluo) para a cerimônia do chá, o que também se tornaria a essência da arte japonesa.

 Rikyu, considerado o maior de todos os mestres de chá, identificou os quatro princípios que guiam as regras do Caminho do Chá: harmonia (wa), respeito (kei), pureza (sei) e tranqüilidade (jaku).

Uma frase sintetiza bem o significado do chadô: ichigo, ichie ("um momento, um encontro"). O chadô ensina que se deve viver todo momento intensamente, pois ele é único, não se repete.

Outro conceito importante da cerimônia do chá é "kokoro ire" (colocar a alma). O anfitrião procura pôr toda sua alma na reunião de chá e executa seu papel com o propósito de criar uma atmosfera na qual o convidado possa encontrar tranqüilidade.

Após a morte de Rikyu, seus ensinamentos foram passados de geração a geração, por seus descendentes e discípulos. Formaram-se diversas escolas, das quais a que tem maior número de seguidores é a Escola de Chá Urasenke, dirigida desde 1964 por Soshitsu Sen, 15ª geração de grão-mestre de Urasenke.