Hay algunas situaciones en que ser un padre o madre PAS es todo un desafío en la crianza de un hijo o hija que también lo es. No soy una experta en la materia. Ser madre es lanzarte a un doctorado sin libros, pero como a veces me preguntan qué hacer, he decidido compartir lo que a mí me ha funcionado. Esta es simplemente mi propia lista de consejitos...puede cambiar y completarse y ajustarla a tus necesidades o realidad, porque cada uno somos un mundo.
Las opciones que se me ocurren ante las crisis, como madre PAS de un niño PAS son:
a. buscar ayuda en terapeutas o psicopedagogos, que nos ayuden a gestionar el rasgo tanto a nivel personal como a nivel infantil.
b. formarse e informarse sobre estrategias para fortalecer la autoestima y reeducar la percepción desde pequeñitos. Libros sobre el niño PAS hay muchos. Yo empezaría por el de Elaine Aron y los de Ted Zeff, etc. También hay webinarios y cursos como los de María Mateo (cuentos para crecer), y el blog de Eva Perea. Si dominas el inglés hay foros por todo el mundo y también artículos científicos.
c. apuntarte a foros y grupos facebook, hay muchos, donde muchos padres y madres comparten sus inquietudes y consejos.
d. buscar un grupo local donde intercambies impresiones con otros padres. Si no existe, crear tú mismo en tu casa o barrio o ciudad un grupo de encuentro de madres y padres PAS de niños PAS y organizar encuentros o lo que necesitéis, desde charlas, tertulia, clubs de lectura... Lo más importante es tejer una red de apoyo.
Es muy importante que uno mismo aprenda a gestionar el rasgo de manera positiva, porque todo lo que tú aprendas podrás enseñárselo a tu hijo: yoga, respiraciones, escritura de diario, técnicas de expresión emocional, arte, música, mindfulness. Elegid la que cuadra con vosotros y quizá podáis incluso compartir un tiempo de calidad al día disfrutando juntos de ello.
Ante el sentido del ridículo es muy importante que tú también lo trivialices o relativices y le digas que no pasa nada. Podéis ver juntos videos de caidas de personas o animales graciosos y reir juntos, o practicar terapias corporales, como danzas o clown, donde la imperfección es acogida con alegría. Puede ser consecuencia de haber pasado situaciones de burla o de un elevado perfeccionismo. La cosa es echar el ingrediente que falta: amor propio, autoestima y saber filtrar las críticas ajenas.
En el caso de que tu hijo o hija tenga una clara orientación hacia algún arte, como por ejemplo la música, estimúlalo, fortalece sus habilidades innatas: que aprenda un instrumento, eso será su válvula de escape. Conciertos, clases de solfeo e instrumento, y de canto, karaoke, concursos, festivales. De lo que le gusta y le hace bien, dale en abundancia. Si lo que le gusta es el arte, estimula su sentido estético con escultura arcilla, pintura, alfarería, visitas a museos y exposiciones, talleres...
Si los ruidos le saturan: tapones, pausas, alejarse de las fuentes fuertes de sonido. O llevar sus auriculares. Hay videos de sonido blanco y muchas aplicaciones para hacer melodías , yo uso una que se llama relax melodies. La cuestión es distraer o alejar del foco que causa la molestia.
Cuando tenga pensamientos negativos o llore, pon atención especial para no repetir las actitudes que tus padres o profesores tuvieron contigo. Acoge sus emociones con normalidad y enseñále cómo canalizarlas sin que destruyan, nosotros hemos tenido en casa el rincón de la paz, que es un lugar donde uno puede refugiarse, puede ser como un altar con tus elementos que te centran y aportan alegría y calma, almohadas, perfumes, colores, dibujos, juguetes, fotos.... Construirlo juntos es muy entretenido. Crear momentos para la expresión de emociones, para la escucha íntima de ese profundo mundo interior que tenéis.
En grupo familiar, multitudes o en entornos de tensión puede manifestar berrinches o regresiones o reclamar más atención. Es su manera de decir que no sabe cómo gestionar esos estímulos. La clave es dosificar: pausa, alejamiento y masticar despacio, dialogando sobre qué es lo que siente. Respirar, centrar y poner la atención en cosas positivas. Decirle que aguante no es la solución. No le va a crecer una cáscara protectora, no funcionamos así. Luego explotará como una olla expréss. Ha de entrar en contacto consciente con lo que siente y aprender a cómo liberarse de sensaciones desagradables. Piensa cómo lo haces tú. Por lo general los PAS desarrollamos esas estrategias de manera innata o inconsciente.
La atención al detalle puede sacar de espirales de pensamientos obsesivos: mirar o copiar un objeto de la naturaleza, hacer un herbario, cazar con respeto insectos para observarlos (y luego soltarlos, porque no toleran el dolor animal), tener animales y jardín o huerta en casa.
Ser responsable de tu bienestar ya es enseñarles a respetarse, y con lo importante que es decir no y poner límites, ser modelo de ello es la mejor escuela. Limitad la exposición a la violencia y a las pantallas. Se puede vivir sin televisión, sin anuncios, sin el riesgo de que entren contenidos no adaptados para su edad (control parental youtube kids, claves y contraseñas, alta seguridad en el ordenador para filtrar contenidos, etc.).
Nunca está de más proveer de más tiempo de descanso y desconexión, aprender a distender y relajar su cuerpo, a identificar y gestionar sus emociones. Se puede compensar la tendencia al aislamiento con encuentros sociales donde se sienta aceptado e integrado (si no existen, créelos).
En definitiva, no podemos enseñar nada que no hagamos por nosotros mismos, así que toca aprender a respirar y a meditar, estudiar, mejorar la calidad de sueño naturalmente. Sobre todo evitemos excitantes, nuestro sistema nervioso ya tiene el efecto cafeína todo el tiempo. Opta por una alimentación viva, natural, conforme a las necesidades. Evita compulsiones entrando en contacto con tus desequilibrios emocionales. Aprende técnicas de balance emocional que puedas incorporar en tu rutina (constelación, floral, meditación, deporte, ecoterapia, etc.). Recibe apoyo psicológico de personas formadas que puedan comprenderte y guiarte en momentos de necesidad. Valora especialmente y frecuenta a las amistades que tienen estas características y con las que puedes disfrutar de una escucha sin juicios. Ten en tu casa o en algún lugar un rincón para reponer tus energías espiritualmente: templo físico externo, cuarto de la casa, (ej. construcción del templo interior). Aprende métodos para defenderte y conocer tus límites, no dejes que abusen de ti, no abuses tú mismo de ti, no te pospongas siempre, no eres superior. Que puedas aguantar más no significa que debas hacerlo.
Si se te ocurren más maneras, sé libre y atrévete a intentarlas e inventarlas. El mundo está sediento de ellas. Pero como no hay camino, cada uno hemos de encontrar el nuestro, así que toma de uno y de otro pero ten en cuenta que no hay más fórmulas mágicas que asumir las riendas de tu vida con amor y creatividad. Eres plenamente capaz. Confía.
Ánimo, no estás solo ni sola!
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