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SENSIBLES CRIANDO SENSIBLES

SENSIBLES CRIANDO SENSIBLES

Hay algunas situaciones en que ser un padre o madre PAS es todo un desafío en la crianza de un hijo o hija que también lo es. No soy una experta en la materia. Ser madre es lanzarte a un doctorado sin libros, pero como a veces me preguntan qué hacer, he decidido compartir lo que a mí me ha funcionado. Esta es simplemente mi propia lista de consejitos...puede cambiar y completarse y ajustarla a tus necesidades o realidad, porque cada uno somos un mundo.

Las opciones que se me ocurren ante las crisis, como madre PAS de un niño PAS son:
a. buscar ayuda en terapeutas o psicopedagogos, que nos ayuden a gestionar el rasgo tanto a nivel personal como a nivel infantil.
b. formarse e informarse sobre estrategias para fortalecer la autoestima y reeducar la percepción desde pequeñitos. Libros sobre el niño PAS hay muchos. Yo empezaría por el de Elaine Aron y los de Ted Zeff, etc. También hay webinarios y cursos como los de María Mateo (cuentos para crecer), y el blog de Eva Perea. Si dominas el inglés hay foros por todo el mundo y también artículos científicos.
c. apuntarte a foros y grupos facebook, hay muchos, donde muchos padres y madres comparten sus inquietudes y consejos.
d. buscar un grupo local donde intercambies impresiones con otros padres. Si no existe, crear tú mismo en tu casa o barrio o ciudad un grupo de encuentro de madres y padres PAS de niños PAS y organizar encuentros o lo que necesitéis, desde charlas, tertulia, clubs de lectura... Lo más importante es tejer una red de apoyo.

 

Es muy importante que uno mismo aprenda a gestionar el rasgo de manera positiva, porque todo lo que tú aprendas podrás enseñárselo a tu hijo: yoga, respiraciones, escritura de diario, técnicas de expresión emocional, arte, música, mindfulness. Elegid la que cuadra con vosotros y quizá podáis incluso compartir un tiempo de calidad al día disfrutando juntos de ello.
Ante el sentido del ridículo es muy importante que tú también lo trivialices o relativices y le digas que no pasa nada. Podéis ver juntos videos de caidas de personas o animales graciosos y reir juntos, o practicar terapias corporales, como danzas o clown, donde la imperfección es acogida con alegría. Puede ser consecuencia de haber pasado situaciones de burla o de un elevado perfeccionismo. La cosa es echar el ingrediente que falta: amor propio, autoestima y saber filtrar las críticas ajenas.
En el caso de que tu hijo o hija tenga una clara orientación hacia algún arte, como por ejemplo la música, estimúlalo, fortalece sus habilidades innatas: que aprenda un instrumento, eso será su válvula de escape. Conciertos, clases de solfeo e instrumento, y de canto, karaoke, concursos, festivales. De lo que le gusta y le hace bien, dale en abundancia. Si lo que le gusta es el arte, estimula su sentido estético con escultura arcilla, pintura, alfarería, visitas a museos y exposiciones, talleres...
Si los ruidos le saturan: tapones, pausas, alejarse de las fuentes fuertes de sonido. O llevar sus auriculares. Hay videos de sonido blanco y muchas aplicaciones para hacer melodías , yo uso una que se llama relax melodies. La cuestión es distraer o alejar del foco que causa la molestia.
Cuando tenga pensamientos negativos o llore, pon atención especial para no repetir las actitudes que tus padres o profesores tuvieron contigo. Acoge sus emociones con normalidad y enseñále cómo canalizarlas sin que destruyan, nosotros hemos tenido en casa el rincón de la paz, que es un lugar donde uno puede refugiarse, puede ser como un altar con tus elementos que te centran y aportan alegría y calma, almohadas, perfumes, colores, dibujos, juguetes, fotos.... Construirlo juntos es muy entretenido. Crear momentos para la expresión de emociones, para la escucha íntima de ese profundo mundo interior que tenéis.
En grupo familiar, multitudes o en entornos de tensión puede manifestar berrinches o regresiones o reclamar más atención. Es su manera de decir que no sabe cómo gestionar esos estímulos. La clave es dosificar: pausa, alejamiento y masticar despacio, dialogando sobre qué es lo que siente. Respirar, centrar y poner la atención en cosas positivas. Decirle que aguante no es la solución. No le va a crecer una cáscara protectora, no funcionamos así. Luego explotará como una olla expréss. Ha de entrar en contacto consciente con lo que siente y aprender a cómo liberarse de sensaciones desagradables. Piensa cómo lo haces tú. Por lo general los PAS desarrollamos esas estrategias de manera innata o inconsciente.
La atención al detalle puede sacar de espirales de pensamientos obsesivos: mirar o copiar un objeto de la naturaleza, hacer un herbario, cazar con respeto insectos para observarlos (y luego soltarlos, porque no toleran el dolor animal), tener animales y jardín o huerta en casa.
Ser responsable de tu bienestar ya es enseñarles a respetarse, y con lo importante que es decir no y poner límites, ser modelo de ello es la mejor escuela. Limitad la exposición a la violencia y a las pantallas. Se puede vivir sin televisión, sin anuncios, sin el riesgo de que entren contenidos no adaptados para su edad (control parental youtube kids, claves y contraseñas, alta seguridad en el ordenador para filtrar contenidos, etc.).

 

Nunca está de más proveer de más tiempo de descanso y desconexión, aprender a distender y relajar su cuerpo, a identificar y gestionar sus emociones. Se puede compensar la tendencia al aislamiento con encuentros sociales donde se sienta aceptado e integrado (si no existen, créelos).

En definitiva, no podemos enseñar nada que no hagamos por nosotros mismos, así que toca aprender a respirar y a meditar, estudiar, mejorar la calidad de sueño naturalmente. Sobre todo evitemos excitantes, nuestro sistema nervioso ya tiene el efecto cafeína todo el tiempo. Opta por una alimentación viva, natural, conforme a las necesidades. Evita compulsiones entrando en contacto con tus desequilibrios emocionales. Aprende técnicas de balance emocional que puedas incorporar en tu rutina (constelación, floral, meditación, deporte, ecoterapia, etc.). Recibe apoyo psicológico de personas formadas que puedan comprenderte y guiarte en momentos de necesidad. Valora especialmente y frecuenta a las amistades que tienen estas características y con las que puedes disfrutar de una escucha sin juicios. Ten en tu casa o en algún lugar un rincón para reponer tus energías espiritualmente: templo físico externo, cuarto de la casa, (ej. construcción del templo interior). Aprende métodos para defenderte y conocer tus límites, no dejes que abusen de ti, no abuses tú mismo de ti, no te pospongas siempre, no eres superior. Que puedas aguantar más no significa que debas hacerlo.

 

Si se te ocurren más maneras, sé libre y atrévete a intentarlas e inventarlas. El mundo está sediento de ellas. Pero como no hay camino, cada uno hemos de encontrar el nuestro, así que toma de uno y de otro pero ten en cuenta que no hay más fórmulas mágicas que asumir las riendas de tu vida con amor y creatividad. Eres plenamente capaz. Confía. 
Ánimo, no estás solo ni sola!
Más en:
 http://aliciasilvestre.blogia.com/2018/071901-tengo-un-nino-altamente-sensible.phphttp://aliciasilvestre.blogia.com/2017/041701-pensar-mucho-y-pensar-bien.phphttp://aliciasilvestre.blogia.com/2016/102201-altamente-sensibles-altamente-humanos.php)

 

 

UNA LENTA DESPEDIDA

UNA LENTA DESPEDIDA

En este día de San José quisiera rendir un homenaje a los padres, los idos y sobre todo los que aun están entre nosotros.

La muerte, dicen, es una evento radical, sin grados. Un día estás vivo, otro no. En un minuto. En un segundo. En un milisegundo, fino filo.

Sin embargo, vengo observando que no es así. Salvo en casos de accidentes sorpresa, muchas veces podemos asistir a la lenta decrepitud de nuestros progenitores.

Solemos acomodarnos en ese tiempo indefinido de los achaques, del envejecimiento. La ceguera, la sordera, la dificultad para caminar, para respirar.

Primero es el bastón, luego el andador, luego la silla de ruedas.

El alma hija va despidiéndose en cada visita, constatando que el árbol va perdiendo hojas, que se queda cada vez más frágil, más desnudo. Que llega el invierno de la vida.

Y en algún momento la memoria también va quedando desvaída. Primero la reciente. Luego ya, paulatinamente no recuerdan nuestra infancia, los detalles. Morimos con ellos, un poco. Mueren las imágenes mentales.

Sus cuerpos se van quedando apegados a los placeres mínimos: comer, dormir... como bebés que van ovillándose de nuevo. 

Un día ya no se levantan. Desde el lecho nos anuncian que ya no se alzarán. Nos lo dice su progresiva aceptación. Su dejar de ir al baño, de comer, de beber. Las funciones vitales se van reduciendo. 

Nos lo dice su mirada, a veces perdida, a veces brillante, anticipo de otras luces que no son de este mundo.

Unos luchan más en esta fase, se resisten a irse, o no los dejamos.

La conciencia es la última puerta. Ida ella, el desenlace es irreversible. 

Por eso en este soleado día, si aun uno de tus progenitores está vivo ve y abrázalo, háblale, tómale de la mano, siente su mejilla, su respiración, oye su voz, contempla su caminar, su rostro, su mirada. Pon la cabeza en su pecho y escucha su corazón.

Pacifícate con tus sentimientos hacia ellos, que no quede nada en el tintero por decir, por compartir, por contar, por perdonar. Vacíate. 

Que no se vaya sin que le hayas dado lo mejor de ti en cada instante. Cada vez que le veas, despídete. Porque nunca sabemos cuándo será la última vez. Que no se te haga tarde, porque no regresan. Hazlo hoy.

Amar solo se conjuga en presente.

VOCACIÓN DE PROFESOR, ENCENDEDOR DE SEMILLAS

Y hoy el petit hommage va para....mis alumnos y profesores.
Apren-Ñar, ensen-der. El canal es único, dar y recibir.
Desde aquí agradezco las lecciones, los rostros donde los ojos brillan de emoción, las risas, los descubrimientos compartidos, las inspiraciones. 
Gracias a los que me empujaron a las tablas: ahí se forjó la vocación.
Gracias también a los que me empujaron para salir de ellas: ahí se templó el acero.
Es joven el alma que sigue aprendiendo. 
Dios me conserve en estado de buena enseñanza.

SEMILLA ENCENDIDA
De la flor del enseñar no soy estambre, pistilo, pétalo, semilla. 
No soy perfume y si me apuran, ni abejilla.
No pienso en el mañana, en si me devolverán lo dado. 
Intento haber vivido lo que enseño. 
Pero para donde no llego, sé que hay otros.
Soy sustituible y me circunda
como a una isla
espacio para la creatividad.
Afirmo y dejo ir, provocaciones,
a veces me contradigo, al fin y al cabo,
mi labor es cuestionar.
Callo para escuchar los pensamientos.
Hablo para ocultar los sentimientos.
Veo en todo momento y voy danzando
con lo que va viniendo, animal de escenario.
Acojo, flexiono, conduzco, inspiro.
Suspiro al regresar, lo he dado todo.
Mi estrado es lanzamiento de la simiente a tierra
en vuelo libre 
del libro,
a la pantalla,
a la pupila,
al cristal de la ventana
a la vida ahí fuera
al cielo.
Porque yo fui esa alumna que divagaba mirando al exterior;
soñaba, creían. Creaba, ignoraban.
Mundos paralelos, preguntas, nuevas formas de decir lo que decían. 
Hasta que la nube emociomental me transportó al otro lado.
Poco ha cambiado, ha aumentado la exigencia: 
sigo teniendo deberes, sigo escuchando 
y aprendiendo de los que tengo enfrente.
Ningún mago ha descubierto que la pizarra
es un espejo de doble faz.
Me llamaron Alicia. Lo he atrav(b)esado.
De profesión rompedor de orejeras, abridor de ventanas.

PROSTITUCIÓN Y CARIDAD

PROSTITUCIÓN Y CARIDAD

Qué grande es nuestro Señor que no se indignaba de estar cerca de prostitutas, aunque muchos fariseos lo juzgaban y decían en sus corazones...si supiera quién es esa..., porque ellos sabian quién era ella, y el ladrón cree que todos son de su  condición.

Pero si ellos conocían a la mujer prostituta quizá por compartir sus vicios y debilidades, Jesús se acerca a ella y le da, como buen médico, lo que le falta, en su misma raíz, que es la dignidad humana.

Quiero ver el día en que todos los usuarios de la prostitucion irán a ellas no para abusar y darle un precio irrisorio a su humillación física y moral, haciéndose cómplices del crimen contra el propio cuerpo y el ajeno, sino para darles una conversación humana, consuelo, abrazos fraternos, ayuda específica en sus vidas para salir de ese bache en que quizá muchas de ellas ni saben que se encuentran.

Ámalas con tu alma y no con tu cuerpo, envileciéndote a ti mismo. Demuestra que dentro de tu carne aun vive un espíritu que lucha por ser mejor, que no eres esclavo de las apetencias de tu cuerpo, sino su señor. Domínate. Toma la mano de la doncella caída y levántala a tu misma altura, mírala a los ojos con respeto profundo, como un hermano y un padre.

Que digan de ti también, muchó pecó porque mucho amó. Que como a María Magdalena el Señor te saque del pozo y te haga discípula predilecta a la que da su mayor noticia, su Resurreción.

Si eres luz, lleva tu luz de alegría a esas mujeres. No vayas a ellas para extraer placer de vivir. Busca en ti el verdadero placer de vivir: la caridad.

TENGO UN NIÑO ALTAMENTE SENSIBLE

TENGO UN NIÑO ALTAMENTE SENSIBLE

Cuántas veces te han dicho: te tomas todo a la tremenda, que siempre te lo tomas como algo personal, o muy a pecho, eres tan exagerada, tan intensa, lo vives todo como si no hubiera mañana. Te aconsejan relativizar, no dramatizar… Así nos ven los demás. Y hay verdad en los dos lados. Lo que para unos es intenso, para los otros es soso. Soy una madre altamente sensible.

Te bastan tres indicios para calcular una tendencia, tres eventos que se repiten, o varias señales aisladas que al reunir proporcionan un escenario mayor. Tu sistema nervioso lo capta incluso sin que pongas atención ni intención. Lo graba todo en el subconsciente, y maneja toda esa información a la hora de tomar decisiones. Hablas de ello y te dicen que tus ideas son peregrinas, que de dónde te sacas eso. Te ven rara. Casi tanto como tú a ellos. Luego cuando la tendencia que previste llega a su desenlace y se verifica lo que predijiste, pero no vieron, ya no recuerdan tus palabras, pero tú sí. El mismo mundo es otro mundo para ti y para ellos. Cobra nuevas e infinita dimensiones a cada paso. Predictibilidades que solo quien capta los hilos invisibles podrá deducir.

Tú no te basas en los mismos principios, porque, desde que naciste, tu percepción ha sido otra. Un día comprendes que los demás no sienten como tú y eso no es bueno ni malo, simplemente es.

Ese niño al que llaman llorón, al que le cuesta más adaptarse a los cambios, que no entiende la violencia gratuita y que no es capaz de devolver el puñetazo que le pegan, no entiende por qué le insultan. No es capaz de devolverlo porque sabe que hiere, y no quiere herir, porque duplicaría su dolor, al sentir el propio y el ajeno. Sus neuronas espejo reaccionan más, es más empático, pero aún no lo sabe. Solo sabe que en el recreo prefiere solitario jugar con las semillas, lo que inconscientemente hace para buscar silencio y reequilibrar su sistema de las saturaciones. A veces al volver a casa se queja de que le duelen los oídos de tanta algarabía y jaleo y gritos. No es un ñoño. Prueba a estar escuchando gritos a alto volumen durante 8 horas y dime cómo te sientes. Suma a eso que los otros sentidos también están especialmente activos. No pasa por alto un olor, un gesto, un detalle nuevo. No elige hacerlo, su sistema nervioso es más reactivo a los estímulos. Y luego todo eso es procesado con más profundidad. Ese niño creativo y vivaz, intuitivo y emocional, queremos que preserve su maravillosa sensibilidad y la respete en sí y en los otros, cuando sea adulto.

Cómo hacerle entender a ese profesor que cada omisión es llevada en cuenta. Que cada ofensa en un niño con alta sensibilidad es un arañazo que tardará en curarse más que en otro niño, y que quedará registrado en la memoria, activa y pasiva, creando un conjunto del que la mente extraerá estadísticas. Le diré que también se beneficia más de los impactos positivos y los reconocimientos. Que de todos los que sufren traumas, es el que tiene más posibilidades de recuperación en el ambiente adecuado. Le diré que hay niños que abundan, como el diente de león, y otros escasos como la orquídea, que exigen otras condiciones ambientales para llegar a florecer y darnos toda su hermosura. Que si tres le llaman tonto puede llegar a pensar que lo es. Que es necesario castigar a los que insultan, tenga 6, 17 ó 29 años, porque no debiera haber ley que dejase pervivir la ofensa impune en el siglo XXI. Y es que si dejamos pasar tantas aberraciones en el nombre de una pacífica convivencia, lo que estamos haciendo es transigir y optar por la negligencia, omitirnos, escaquearnos a la responsabilidad de que todos los seres humanos sean respetados en su idiosincrasia. Cuántas veces se nos repite aquello de no hacer al otro lo que no nos gustarían que nos hicieran… pero siguen bombardeándonos con música de pésima calidad desde sus altavoces, como si creyesen que todo el mundo tiene sus mismos gustos. Solo la falta de sensibilidad, de respeto, de cultura, hace que los individuos tengan conductas agresivas o desconsideradas. No hay peor ignorancia que la que cree que todos somos iguales. Lo somos solo ante la ley.

La profesora me dice que tiene 24 alumnos, y que en una ronda en que todos han hablado no puede esperar a que este niño diga las dos palabras que le faltan para ser igual al resto. No tiene en cuenta que la autoestima se verá afectada porque no solo sentirá que ha respondido dos menos, sino que además sentirá el rechazo de la profesora, llorará de frustración y le llamaran de nuevo llorón. Se sentirá injustamente tratado. Con suerte habrá algún adulto en quien pueda confiar. Si  no, la escuela se convertirá en una lenta tortura, un campo de batalla, y aprenderá que el ser humano hace daño más veces de las que beneficia. Preferirá aislarse y le llamarán solitario. Tal vez para muchos esto sea una nimiedad. Pero para él no lo es.

Yo lo que pido es solo un poco más de humanidad, porque esos minutos perdidos en esperarle a que diga las dos palabras que faltan le harán sentir escuchado, aceptado, respetado e integrado. Esos dos minutos le darán autoestima porque no estará siendo menos que los otros, sino apenas igual, dando sus cuatro palabras, a su tiempo. Esos dos minutos no van a causar un atraso en el programa, porque estaremos enseñando a todo el grupo a esperar y respetar, con nuestro propio ejemplo.

Ese niño dice que los profes solo atienden a los que se portan mal, y que él que se porta bien es como invisible. Espero que no llegue a interiorizar eso como una verdad, y acabe portándose mal para captar la atención que merece. Por cada crítica debemos entre cinco y ocho elogios, dicen. La cuenta dista de estar pareja.

Conozco, puedo imaginar el desafío de enseñar a un grupo tan grande y heterogéneo. No lo pongo en duda. Le diré que si ama su trabajo y es capaz, profesional, encontrará la manera de gestionar esa pequeña multitud y no acabar ronca. La autoridad no precisa gritar. Se pierde gritando. No digo que yo sabría hacerlo mejor, solo que siento lo que ese niño siente, y como muchos otros, sueño con una educación que posea una mirada transformadora, paciente y considerada, capaz de ver el bien y la esperanza en donde otros solo ven trastorno medicables o casos sin salida. Para mí hay soluciones. Siempre.

Por eso me gusta soñar con que en el futuro la sensibilidad será apreciada, no solo tenida en cuenta, sino también cultivada y protegida como un valor humano. Me gusta pensar que las personas altamente sensibles son como mariposas, aparentemente frágiles, pero que contienen el saber de la transformación y el renacimiento. Y que su batir de alas, aparentemente insignificante, puede desatar un huracán en otra parte del mundo, quizá.

LA PENÚLTIMA MATRIARCA

LA PENÚLTIMA MATRIARCA

Ha vuelto a la tierra. Niña, novia, esposa, madre y abuela en toda la extension de la palabra. Una boda, cinco hijos. Incansable, hablaba poco, pero con su mirada entendía todo. Atenta a las necesidades de todo el clan, dedicada. Vivió para servir.

De trabajo, sus labores: el imperio del campo. Por sus manos pasaron toneladas de frutas: las plantaba, las regaba, las podaba, las adobaba, las protegía, las recolectabaEn época de cosecha, con lo que sobraba, hacía compotas, mermeladas, conservas. Transformaba la caza en reservas para el invierno. En el corral perros, gatos, conejos, pájaros. Toda la creación acudía a aquel claustro vivo, a saludarla, como si la conocieran. Y la conocían. Si el corral era un templo a cielo abierto, su cocina era lugar de reunión, donde constantemente se agolpaban hijos, nietos, nueras. Te daba no solo alimento, sino consejo, ejemplo, apoyo, comprensión, ternura, calor humano.

En el ganchillo unía y anudaba, soltaba y adornaba. Pocos saben que toda mujer sabia ha recuperado el arte del tejer, con el que se transforman los más reconditos secretos del corazón.

Siempre estaba en casa o en el campo. Ayudó a los negocios familiares como un pilar. Ocupaba con plena conciencia su lugar en el mundo. No le hizo falta salir a manifestaciones, ocupar la calle o un asiento de cuero con olor masculino, ante un escritorio. Se sabía reina de lo pequeño. Lo hacía crecer.

Los veranos que pasé de niña en el pueblo gravitan en la memoria alrededor de su presencia: los pinares, la acequia, las escapadas a los campos de melocotones, su llamada a media tarde para darnos la merienda. A todos nos nutría en cuerpo y alma, con el mimo de su mirada azul, con su atención, con su cuidado. Por eso nunca estaba sola, siempre revoloteaba a su alrededor, un hijo, una nieta, una sobrina, como pajarillos que se cobijan a la sombra de un árbol frondoso cargado de frutos.

En la última celebración familiar fui con ella por el pueblo, cortando las mejores rosas de los arbustos de vecinos, conocía a todos, no hacía falta pedir permiso, y si alguno salía curioso, ella explicaba con sencillez que necesitaba unas flores para adornar la mesa. Nadie se lo hubiera negado. Guardé los pétalos y los sequé, atesorándolos, por el grato día vivido.

En el pecho nos queda la tristeza de la despedida. No está, se ha ido, pero en cada uno deja un poso grande de amor. De ese amor no grandilocuente, sino poderoso en su callado actuar. Mansa e invisiblemente, como un perfume. En cada nueva rosa la veo florecer de nuevo, con la fuerza eterna de la primavera. Ha vuelto, con flores, a  María. No me cabe duda de que le darán un buen puesto en los jardines celestiales porque aquí la misión, la ha bordado.

PENSAR MUCHO Y PENSAR BIEN

PENSAR MUCHO Y PENSAR BIEN

Alba después de la Pascua de Resurrección. Limpiando el templo que soy, deseo clarear los infiernos interiores y descubrir los mil rostros de la falacia en las voces que me habitan y me visitan, sin pretender adoctrinar a nadie fuera de mí misma.

La obsesión mental dista un paso del uso eficiente del pensamiento, que puede desembocar en genialidades y altas capacidades cognitivas. Sin embargo, no nos enseñan a raciocinar para la felicidad y la solución, ni a criticar constructivamente. En nuestro fuero interno trabamos conversaciones inaudibles que acaban solidificando como verdades incuestionadas, hasta que la realidad, con su traje cambiante, nos obliga a despertar y deshace nuestras enredaderas de humo.

¿En qué diferenciaremos el pensamiento productivo/significativo de aquel que nos lleva a la debacle? Discernir: uno es eficiente, otro es repetitivo. Uno es ergonómico y económico, el otro desgasta y agota en espirales destructivas. Uno resuelve, otro complica. Uno simplifica, otro crea problemas añadidos. Uno se apoya en sabios fundamentos,  experiencia y verdades contrastadas, mientras el otro temblequea intentando sostenerse en verdades a medias, afirmaciones categóricas, generalizaciones, frases hechas, estereotipos, creencias infundadas, convicciones irrebatibles, en fin, las incontables voces del miedo.

En el pensamiento hoy toca podar ramas secas, limpiar la maleza, plantar semillas salutíferas. Meditar es dejar el campo en barbecho. ¿Somos conscientes de lo que plantamos en nuestro jardín mental y cómo al volverse creencia o hábito, eso condiciona nuestra conducta?

Y después de forjado el pensamiento, ¿sabemos ponerlo en palabras, adecuarlo al contexto, sentir al receptor, calcular el efecto parabólico de nuestros dardos/saetas verbales? ¿Asumimos las posibles consecuencias de nuestras palabras y su impacto imprevisible? "Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio..." ¿Estamos dispuestos a aceptar un no por respuesta, a convivir con un pensar diferente? ¿Conseguimos tolerar y neutralizar dentro de nosotros mismos lo que nos rechaza y nos ataca? ¿Somos capaces de decir no o expresar nuestra parte de verdad sin ofender y a costa de la reacción ajena?

“Bendecid a los que os maldicen y rezad por los que os persiguen”: con la bendición, limpias la tierra que te cabe, -tu recinto interior-, para que no entre la sed de venganza y acabes sintonizando la frecuencia del atacante. Con la oración, irradias amor desde tu corazón y tu mente hacia los que se avecinan en tu dirección con funestas intenciones. Magnetismo protector. Hordas de ángeles te rodean. Legiones de las milicias celestes te abren camino. No temas, camina. Que la Madre Piadosa te cubra con su Manto.

AUTOESTI(G)MA

AUTOESTI(G)MA

Nació la rosa.


Unos dijeron que era rosa almizclada

otros que en el rojo almibarada

otros que el tallo fino que la hoja floja.

todos querían ponerle nombre a la rosa,

pero impotentes, le dieron adjetivos

       porque Nombrar es atributo divino. 


Antes de que su estima sea estigma

dile que ya en su esencia, ella es divina.

Antes de que la rosa geste espina

dile que su perfume es transcendente:

-mirada ajena no mueve corriente

si no deja que afecte lo que opina-.

 

Niña, yo te transmito lo que he aprendido

pero para el nuevo paso, nuevo camino.


 


DIENTES DE LECHE, DIENTES DE SABLE (para madres lobas)

Cuando tomas por primera vez su carne trémula en tus brazos todo tu potencial y tu creatividad te dicen que serás capaz y que saldrá bien. Tus ganas de que así sea lo dicen. Nadie te cuenta que ser madre es solo, solo y exclusivamente, amar.

Por el jardín de senderos que se bifurcan hay caídas y errores. Hay días de brillo con noches de lamento. Hay lágrimas escondidas y sonrisas aparentes. Sobre todo ello gime la vida, a menudo silenciada por el tumulto de lo que nos han contado que es vivir.

No le enseñes a ser superman, sino a ser humano y revestirse de humildad. No le convenzas de que la solución está en la grandeza ni en los superpoderes, sino en la sabia calma que ayuda a tomar las decisiones adecuadas. No quieras que sea el primero de la clase, sino que sea él mismo y sea feliz, porque ser auténtico, en nuestras miserias y glorias, es la única dignidad que queda cuando las debacles cotidianas nos asedian.

Enséñale a levantarse, no solo a evitar caer. Que sepa deshacer y reconstruir; que sepa que hay actos irreparables y que no podemos volver atrás en nuestros pasos, pero que grabe a fuego que siempre podemos aprender a hacerlo mejor y perdonar(nos). Déjale que invente y que sepa apoyarse con respeto en el saber de las tradiciones, de nuestros mayores. Anímale a que beba de las fuentes más puras para que detecte el sabor falso de la mentira ya en sus primeros estadios, y pueda alejarse. Permite que elija sin cortapisas, sin resquemores para que pueda percibir con claridad lo que gana y lo que pierde a cada decisión. No le robes sus lecciones. Estáte presente cuando sea valiente tanto como cuando huya. Ensalza toda vez que continúe, porque aunque algunos pasos se estacionen y otros parezcan retrocesos, bien sabemos que todo es avance; así lograrás que no se rinda, que no se juzgue, que no tire la toalla y se cumplirá tu deseo de que los fracasos sean borrados rápidamente por un viento feroz y las alegrías se queden largamente.

Perfeccionismo: ¿es posible no proyectar las propias carencias y deseos en un ser que nace libre? Nos habita el anhelo de que en el caudal de amor que en él invertimos cada día, en cada respiración, no vayan trenzadas también todas nuestras limitaciones. Quieres ser la madre perfecta, pero este tejido que amplías constantemente para llegar a él está hecho de nuditos. Cada nudo es la lección nuestra de cada día.

Me extiendo como el  mar y dejo espuma y huella de sal. Le empujo. Donde él llegue yo no estaré. Su futuro no es mi playa, pero le habré enseñado a extenderse. En el desafío basta la mente y el corazón alerta para no perder la posible enseñanza.

Ser madre es entender que esa carne de tu carne irá trazando un camino adyacente a partir de tu tronco. Todo lo que puedes darle es firmeza… y aire. Tu cielo y su cielo serán los mismos solo un breve tiempo, y después volverás a ti misma y no te reencontrarás, mientras ellos parten para encontrarse. Las diferencias, impostergables, irán abriéndose camino con dolor, como nuevos dientes que empujan a los viejos, ya inservibles. Irán desgarrando el paraíso y dejando los sueños como ropas pequeñas a jirones, en la apresurada carrera hacia la creación del propio yo. En esa progresiva desidentidad no hay pérdida, solo crecimiento.

Un día ya no será el que te propusiste, sino que empezará a aparecer un hombrecito o una mujercita completamente nuevos, y es que la vida se renueva a sí misma eternamente. Te sorprenderá mirarte en ellos como en un espejo que ya no te refleja, y es justo que así sea. Es la ley.

Habrá discusiones y diálogo, reglas y el orden en el desorden. Serás la parte seria del asunto, la que ostenta el cetro y la responsabilidad. Recuerda que la autoridad se gana con silencio y se pierde con gritos. Acompañarás el cauce de un río bravo que aumenta a cada día y que solo descansa en su lecho cuando se amansa en respiraciones profundas para amanecer rugiente y vigoroso.

Lo verás derrotado y triunfante, maduro e indeciso. El impulso de la vida hará que quiera separarse de ti. También habrá momentos en que deseará regresar. Lo hará, pero sus visitas no serán tan largas como a ti te gustaría.

Serás solo espectador, muchas veces. Serás objeto de crítica y de odio. Serás almohada de lágrimas y seno de consuelo. Serás la voz de la conciencia y el perfume del primer amor cuando ya muy lejos el olfato lo lleve. No podrás detener el curso de la vida, pero siempre te llevará escrito en sus gestos y su sangre, en cada cucharada y cada sonrisa cómplice, en cada logro y en cada triunfo. Sus primeras elecciones vinieron de tu mano.

Guardarás en tu corazón sus visiones, sus palabras.  Ser madre es despedirse poco a poco, por eso atesora su presencia hoy. Entrégate entera en cada gesto y no te importe errar, porque eso es humano, mientras que pretender ser perfectos es de locos. Ríe y llora, canta y sueña, juega y celebra.

En el insomnio trazarás oraciones y escritos, dibujos y canciones para arrullar la soledad en tu alma e impedir que en ella aniden las fieras de la tristeza. Has caminado con lobos y conoces al Cordero. Que sus Pastos te nutran.

Escribirás cartas: Hijo, perdóname. No soy perfecta, pero te amo con todo el amor de que soy capaz, aunque eso no sea suficiente. Me esfuerzo por superarme para alcanzar a cubrir tus necesidades. Llegará un momento en que no podré saciarlas. Te deseo que encuentres en ti la llave de la sabiduría que te habita, que te guíe tu prudencia y tu don de observación, que tu voz interior te anime a cumplir la Voluntad del que te creó.

No tienes que ser igual a mí.

Tienes pleno derecho a ser distinto, a elegir otros caminos.

Yo te libero en mi abrazo y te abrazo en mi libertad.

Yo te acepto como eres y te amo como eres, incondicionalmente.

Siempre estaré aquí, esperándote, cuando desees regresar.

TIEMPO DE RENOVACIÓN

TIEMPO DE RENOVACIÓN

DEL APOCALIPSIS Apoc. 3,1-6.14-22.

"El que es el Amén, el Testigo fiel y verídico, el Principio de las obras de Dios, afirma: 
"Conozco tus obras: no eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! 
Por eso, porque eres tibio, te vomitaré de mi boca. 
Tú andas diciendo: Soy rico, estoy lleno de bienes y no me falta nada. Y no sabes que eres desdichado, digno de compasión, pobre, ciego y desnudo. 
Por eso, te aconsejo: cómprame oro purificado en el fuego para enriquecerte, vestidos blancos para revestirte y cubrir tu vergonzosa desnudez, y un colirio para ungir tus ojos y recobrar la vista. 
Yo corrijo y reprendo a los que amo. ¡Reanima tu fervor y arrepiéntete! 
Yo estoy junto a la puerta y llamo: si alguien oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos. 
Al vencedor lo haré sentar conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono". 
El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias.

 

El final le llega a cada uno a su hora. No esperes que lleguen las grandes señales, porque quizá tu fin esté más próximo. No te adormezcas en la embriaguez de tus riquezas ni te acomodes en tu bienestar. Permanece alerta e íntegro, sin decaer, porque nadie sabe el día ni la hora. Nadie.

¿Cuál es el oro que podemos comprar para ser ricos a ojos de Dios?: la caridad, las buenas obras, el reino de los cielos llevado a los pobres cuando los tratamos como hermanos, el vaso de agua dado al sediento en nombre de Jesús, la misericordia activa. Ese es el oro que en el cielo nos precede y se acumula sin ladrón que pueda robarlo.

¿Cuáles son los vestidos blancos? ¿Acaso puede un hombre nacer de nuevo? El bautismo es la vestidura primigenia del alma, renovada en cada acto de fe, mantenida en la frecuencia de los Sacramentos: la Confesión/Penitencia para renovarnos, absolvernos, animarnos a levantar tras cada caída, la Eucaristía para fortalecernos.

¿Y el colirio que unja nuestros ojos y nos haga recobrar la vista? Somos ciegos y no vemos el estado de nuestra alma. Vestimos con ropas ricas el cuerpo y olvidamos vestir el alma de lo que podrá llevarla a la eternidad. ¿Qué agua lavará esta mirada teñida de juicio, prejuicio, crítica, miedo? ¿Qué colirio milagroso podrá devolvernos la inocencia, la visión clara? Creo que solo la oración, la mirada vuelta hacia sí mismo y hacia lo alto, puede lavar nuestra soberbia y devolvernos, si no la pureza, al menos humildad suficiente para no enaltecernos en el confronto con el prójimo. Porque al mirarme despacio descubriré mis imperfecciones. Porque al contemplar el cielo recordaré mi tamaño. Viendo clara la viga en mi ojo, podré perdonar con facilidad la paja en el ojo ajeno. Quien perdona con facilidad mantiene el corazón joven, abierto, flexible, vivo. Los ojos son el espejo del alma, de nuestro corazón.

El Amado está a la puerta, es la Puerta. Está en cada ser humano con el que me cruzo. Está en el latir que me anima. Limpia tu oído también para poder oír Su voz, pues habla bajo y requiere que acerquemos la cabeza, como para oír a un niño, que nos abajemos de nuestros pensamientos y corrientes mentales del ego, para escuchar la sabia voz del corazón.

Feliz el que es corregido, porque es amado sin medida. Ay de aquellos tibios que ya tendrán su recompensa, que no son reprendidos para poder despertar y mejorarse, ay de aquellos que permanecerán como piedras, sin arrepentirse.

Mira el regalo que nos ofrece: cenaremos juntos y nos sentará en Su Trono. No solo estaremos en Su mesa, sino que Él será el alimento. No estaremos en una silla a Su lado, sino que nos cederá Su propia cabecera. ¿Hay amor mayor?

¡Reanima tu fervor y arrepiéntete!

ALTAMENTE SENSIBLES, ALTAMENTE HUMANOS

ALTAMENTE SENSIBLES, ALTAMENTE HUMANOS

ALTAMENTE SENSIBLES, ALTAMENTE HUMANOS

Caridad, sensibilidad, soledad. 

Las personas altamente sensibles se saturan rápido: pueden parecer impacientes, egoístas o desconsideradas, especialmente cuando se encuentran en una situación vulnerable: cansadas, exigidas, estresadas. Si les pides ayuda te dirán siempre que sí, pues son pura compasión y empatía, pero puede que a veces la rosa muestre espinas, y descubras a un ser irascible, incontrolado emocionalmente, agresivo, indiferente, frío. Sentirán que las juzgas y eso aumentará su tristeza, sin que ni por un instante hayan querido hacerte daño. El exceso de emociones puede dejarlos en stand-by, no te rías de ellos, están lejos de ser autistas. Sentir demasiado a veces se disfraza de insensibilidad: numb, dicen en inglés. Está como sordo… de tanto ruido.

A este tipo de personas les encantaría tener la fortaleza de permanecer en una multitud sin sentirse desbordadas ni invadidas. Les encantaría salvar al mundo, porque sienten todo su dolor, pero tienen solo dos manos, y a veces las necesitan para sí mismas, o para los suyos más inmediatos. Los que siempre se donan, han de parar para tomar fuerzas porque no hay fuente infinita en este cuerpo mortal, ¿qué darán si no lo tienen para sí mismos? Al fin y al cabo, si amamos es porque Él nos amó primero.

Medita en Jesús en el desierto. Así son sus almas, sedientas de soledad. No hablo de la soledad depresiva de saberse solo en la muchedumbre, sino de esa soledad total, silencio, espacio cero donde vaciar todo lo que se ha ido cargando, propio y ajeno, y volver a la propia esencia.

Tiene tesoros ese desierto aparente. Cuando están solos suficiente tiempo, las aguas van amansando, los problemas van quedando lejos y pequeños como madero a la deriva. Se paran a respirar, a mirar una flor y se pierden en su inmensidad. Entonces todo se vuelve fácil, simple, claro, como si se volviera a nacer. De ese remanso uno sale renovado, con ganas de ayudar, de donarse de nuevo, de vivir. Se nutren de detalles y belleza, de armonía y silencios. La complicidad es para ellos un tesoro; la confianza, un regalo; la amistad verdadera, un sentimiento con vínculos estrechos por alguien por quien darían la vida, fielmente.

Pero ay de aquel que no conoce sus límites, que no detecta sus cambios de humor y sabe poner freno a su lengua cuando el agotamiento le lleva a la debilidad interior. Conocerse quiere decir respetarse. Cuando me respeto, respeto al otro: soy capaz de dar un no por respuesta sin sentirme culpable y también soy capaz de recibirlo sin dolerme el orgullo. Cuando soy maduro en sensibilidad soy capaz de observar sin identificarme, de delimitar lo mío de lo ajeno, soy capaz de convivir con lo diferente sin pretenden cambiarlo.

A todos nos falta humildad y nos sobra egoísmo. Sin embargo, hay un egoísmo sano, cabal y es este: el de reservarse unos minutos al día para ser uno mismo, orar, meditar, vaciarse. Ser uno mismo sin máscaras ni corazas, sin tener que agradar ni fingir, sin tener que forzarse ni esforzarse. Ser la flor, ser el ojo, ser el lago. Y luego estarse quieto, mirarse en las aguas del propio lago, verse despacio. Muy despacio. Hasta entenderse. Hasta amarse. De nuevo. Porque para poder amar, hay que amarse.

Somos naturaleza y tenemos otoños e inviernos. Es gracias a ellos que la primavera regresa cada año. Si violentas tus estaciones, cómo no quieres que los otros te violenten y abusen? Mira el cambio climático, espejo de nuestra locura, de nuestra explotación de la tierra madre, imponerle ciclos, alimentar sus hígados para que engorde a la fuerza, castrar sus semillas, injertarle otras especies. En qué estamos convirtiendo el paraíso?

Entender que lo que otros juzgan una tempestad en un vaso de agua, para ti es tempestad entera. Perdonarles por no entenderte, pero hacerles comprender también que somos muchos diferentes, que esos muchos que “sentimos demasiado” no estamos aquí para ser compadecidos, juzgados, corregidos, psicoanalizados, medicados, normalizados. No. Solo queremos ser aceptados y respetados. Nosotros cumpliremos la misión de mostraros ese otro mundo que la sensibilidad ofrece: en arte, en palabras, en música, en trascendencia. Y vosotros, no ridiculicéis nuestras manías, nuestras frases profundas, nuestro perfeccionismo, nuestra capacidad de detalle, nuestra susceptibilidad, nuestro constante dar vueltas a las cosas. Porque no imagináis lo que es vivir con esa cantidad de estímulos y darles orden cada día. Cada bendito día.

Por eso si tienes un amigo/amado sensible, escucha sus ojos cansados cuando te dice sí y sabes que debe decir no, y dile “vuelvo en otro momento”. Respira lento junto a él cuando alguna frase haga brillar lágrimas en su mirada. Ofrécele tu escucha imparcial cuando lo sientas tenso, deja que su torbellino interior entre en ebullición y por si solo se desvanezca. Asiste al espectáculo de la auto-regencia. Confía en su don de intuición, anímale a que escuche más su saber interior, pues casi siempre lo trae herido desde la infancia. La vida es, más aun para ellos, una batalla. Avisa antes de llegar, no le agradan las sorpresas ni los imprevistos, sé claro en tus peticiones, no drenes su energía, aprende a leer sus necesidades: un té, un masaje, un rato de lectura, un paseo por la playa o la montaña, al atardecer. No te ofendas si prefiere una actividad a solas antes que ir a ese evento, o acompañarte de compras, o acudir al local de moda. Su elección no tiene que ver contigo. Simplemente, no es su vibración, no es lo que le recarga.

Aprende a amarlo en su belleza singular, en lo que trae a este mundo. Muchos han pasado por depresiones, por intentos de suicidio, por drogas y evasiones. Son psiques en las que las heridas pueden tardar más en cicatrizar. Son supervivientes. Merecen tu respeto y tu cariño. Están aquí por una razón y vienen para quedarse. 

RÚBRICA DE EVALUACIÓN: NI PERFECTO NI SIMPLE

RÚBRICA DE EVALUACIÓN: NI PERFECTO NI SIMPLE

NIPERFECTONISIMPLE#PDP_ELE

TITULO: Uso del pretérito perfecto simple irregular.

NIVEL DEL ALUMNADO: B2.

CONTEXTO: Varias actividades en torno a los pretéritos perfectos simples irregulares.

ACTIVIDAD 1: se les da una tabla en blanco para que organicen formas verbales que habremos escrito en papeles sueltos. Constarán numerosos ejemplos para que haya representatividad suficiente de cada verbo irregular, al menos una vez de las seis personas de cada verbo conjugado en ese tiempo verbal. Han de agruparlas por semejanzas o familias, conforme con el resultado a continuación:

 Verbos irregulares de mayor frecuencia de uso: ser, ir estar, hacer, haber, caber, saber, andar, dar, poner, poder, tener, venir.

Verbos Irregulares en sus cambios vocálicos y consonánticos

Verbos con "O" cambian a "U": dormir, morir

Verbos con "UI" cambian a "Y": construir, concluir, huir, sustituir, incluir, contribuir, leer, oír

Verbos con "E" cambian a "I": mentir, medir, pedir, repetir, seguir, servir, advertir, consentir, sentir, sugerir, preferir, gemir, competir, querer

Verbos con "C" cambian a "J": decir, conducir, seducir, traducir, producir, traer

Verbos con "C" cambian a "Q": buscar, tocar, comunicar, colocar, chocar, explicar, fabricar, indicar, pescar, practicar, sacar

Verbos con "G" cambian a "GU": apagar, llegar, colgar

Verbos con "U" cambian a "Ü": averiguar, atestiguar

Verbos con "Z" cambian a "C": alcanzar, almorzar, comenzar

ACTIVIDAD 2:

Se pide a los alumnos que completen los vacíos que aparecen en diversas frases con contextos pasados recientes. Se instruye para que los alumnos que escojan el pretérito perfecto simple adecuado (ej. Supe/sabí) y completen las frases.

EVALUACIÓN: se tendrá en cuenta el tiempo de respuesta (se da un tiempo determinado para completar cada ejercicio), la corrección del resultado producido. Se exigirá que asimilen el 60% de las formas en el primer ejercicio, el 80% en el segundo y el 100% en el repaso. Se podrá realizar por parejas.

Tecnología, autonomía, mediación, aprendizaje cooperativo

Tecnología, autonomía, mediación, aprendizaje cooperativo

Este es un mapa conceptual orienta en torno a tres temas de gran actualidad para la innovación de la práctica docente. 

En primer lugar nos ayuda a entender la importancia del aprendizaje cooperativo, no solo a traves de dinamicas de grupo y revisión de pares, sino tambén como factor potenciador de la memoria, estímulo de los sentidos y suscitador de emociones además de contribuir al aprendizaje de habilidades sociales, y a la socialización del saber. 

En segundo lugar, se plantea críticamente el uso de tecnología, donde el blended learning amplía sus miras para contemplar diversos tipos de enseñanza online, con diversas herramientas, diversos grados de participación y diferentes grados de distancia.

En tercer lugar, el concepto de autonomía del alumno (con técnicas como el flipped learning) viene unido al nuevo perfil de profesor como mediador o facilitador. 

Esperamos que sea de utilidad para todos.

ENSEÑAR HISTORIA MEDIANTE IMÁGENES: LAS MENINAS

Esta actividad se dirige a estudiantes de español y pretende que a través de un cuadro como las Meninas de Velázquez podamos reconstruir la sociedad, la política y detalles históricos de interés. A partir de la imagen, suscitamos el siguiente cuestionario:

1) ?Qué tipo de vestimenta llevan los personajes? Crees que son de la misma clase social? por qué?

2) Qué símbolos encuentras en los personajes? (Cruz, broche) Qué significaban?

3) Qué actitudes manifiestan los cuerpos y los rostros? Hay alguien que parece más importante que los otros? Lo era en realidad?

4) Quiénes son los personajes del espejo al fondo? Por qué están reflejados, lejos y borrosos? dónde estaban en realidad según la perspectiva de la escena?

5) Quién podía ser el personaje misterioso de la puerta?

6) De acuerdo con el uso de la técnica de la perspectiva, a qué época puede pertenecer el cuadro? qué detalles lo confirman? 

7) El empleo de los claroscuros, luces y sombras y colores remite a qué escuelas de arte? Quiénes fueron los profesores de pintura del pintor? dónde vivió?

LINKS CONSULTADOS

http://www.cossio.net/actividades/pinacoteca/p_01_02/las_meninas.htm

http://www.artehistoria.com/v2/obras/3.htm

http://verdadyverdades.blogspot.com.br/2011/02/las-meninas-velazquez.html

 

#PDP_ELE

INTRODUCCIÓN A LA ÉTICA PARA PROFESORES DE IDIOMAS

La ética profesional es un valor en alza en la actual coyuntura mundial. Debe formar parte de nuestro currículo como profesores de lenguas no solo como un vago contenido transversal, sino de manera concreta, en temas y actividades desarrollados específicamente para la reflexión y la discusión teórica y práctica, como el estudio de casos. No funciona como una imposicion de valores vertical o jerárquica, donde el profesor dice lo que es bueno y el alumno sigue la orden sin cuestionar. Al contrario, la ética es individual y propia, única y nacida desde dentro. Así que lo ideal en clase no es promover normas a cumplir, sino suscitar la elaboración del propio código de conducta a partir del sentido ético de cada participante. Esto sucede precisamente como consecuencia del diálogo que relaciona la experiencia propia con la ajena y abre ventanas donde se imperan la ceguera o las orejeras mentales. 

La ética es un sentido social y humano, vinculado a los valores y la moral, pero no dependiente de estos. En algunas ocasiones, se sobrepone a la justicia (v. caso del juicio Salomónico). Es un sentido común innato que canaliza la conciencia hacia el Bien mayor.

La ética profesional pasa necesariamente por el conocimiento de nuestros códigos de conducta, derechos y deberes y el cumplimiento de las normas de la institución a la que pertenezcamos, pero más allá de esto, se aplica en situaciones cotidianas de las que no hay nada escrito al respecto. En esos desafíos es cuando debemos echar mano de nuestras competencias éticas para gestionar el conflicto. Por lo tanto puede deducirse que la ética profesional precisa ser instaurada dentro de los currículos y planes pedagógicos, especialmente en la formación de profesores, no sólo como capacidad didáctica sino como constituyente intrínseco de la labor educadora.

En el siguiente link encontrarás algunas imágenes con lemas que te invitan a reflexionar sobre el proceso de desarrollo de la ética profesional en los profesores de idiomas. Te animamos a dejar tus comentarios, esta es solo la punta del iceberg que vendrá...

 

Ética en la Formación de Profesores de Idiomas by Alicia Silvestre Miralles

 

 

MAPA CONCEPTUAL: ELEMENTOS IMPORTANTES EN EL APRENDIZAJE DE LAS DESTREZAS COMUNICATIVAS

A la hora de construir un aprendizaje significativo las nuevas tendencias de la neuroeducación y los enfoques pragmáticos coinciden en la conveniencia de vincular emociones y realidad al contenido.

Es necesario suscitar lo que llaman un "encendido emocional" para lograr una mayor implicación por parte del alumno. Ello garantiza nos olo que los contenidos se recuerden mejor, sino también que estos se vinculen con los conocimientos previos. La importancia recae en la experiencia, que esta sea rica desde el punto de vista emocional y sensorial. Donde hay atención y comprensión hay una mejor memorización. La narratividad es un factor coadyuvante en este proceso.

En este sentido no podemos dejar de considerar los procesos de socialización, el contexto, la interacción con los pares, tanto como los mecanismos de recompensa, internos y externos. Una metodología que incite al suspense y al misterio desatará la curiosidad, que es clave para que, con la ayuda de la motivación (propia o instilada por el profesor) el alumno llegue por sí mismo activamente, a la solución. Esto resta dependencia y aumenta autonomía.

La brillante (y adictiva) sensación del "eureka" es suficiente como chispa para mantener al alumno atento, motivado, interesado, y para generar en él una mayor sed de aprender. Entonces podremos considerar que el proceso de enseñanza ha sido exitoso: no damos solo peces, hemos enseñado a pescar (y a que enseñen a pescar).

No dejes de ver este mapa conceptual:

https://drive.google.com/file/d/0Bx_49boJqRbdN3lWRGxlOXh4QWM/view?usp=docslist_api

Misión Servir

Misión Servir

Pascua de Resurrección: mi misión atravesándome como una flecha. Certeza de ser y estar en el momento preciso, donde debo estar, siendo.

Creí que ser profesora era saber mucho, aprender técnicas, enseñar, hablar, investigar. Así recorrí aulas y diplomas, maestros y libros, en busca de respuestas. Mejoré, absorbí, crecí, integré, pero estaba lejos de la verdad.

Fue mucho más tarde cuando entendí que ser profesor no tiene que ver con la cabeza sino con el corazón.

Ahí encajaron las piezas sueltas: todas las amenazas de alumnos, los pinchazos de rueda, los accidentes, los ataques de colegas, los cuestionamientos de todos los que no creen en ti, las envidias y fracasos, el perfeccionista juez interno, nunca satisfecho, hasta cuestionar tu vocación, hasta hacerte pensar en abandonar lo único que sabes hacer, lo que amas hacer, lo que te realiza.

Ahí encajaron también los agradecimientos de los alumnos, los rostros intrigados, la sonrisa cómplice, las risas abiertas, la satisfacción de crecer y aprender juntos, los abrazos, la creatividad, el baile, la meditación, la nariz de payaso, las inspiraciones súbitas y tantas cosas que no estaban escritas en los libros sobre lo que es dar una clase.

Enseñar a aprender no es un proceso finito que encamina a un producto. No es sistematizable ni da lugar a cajas homogéneas. Yo no recibo materia a transformar, sino almas en plena vida bullente. Un puñado de semillas diversas que me encargo de regar y adobar para averiguar cuál es su esencia, su identidad, su talento, su fruto. Solo acontece desde el respeto.

A veces no tenemos palabras: cuando una joven adolescente adormilada por los calmantes te pide si se puede quedar el recreo contigo y te cuenta su aborto, su hermano que murió en un tiroteo... Eres solo presencia atónita. En ese momento te parece que eres insuficiente, que nada puedes aportar a su ya maltrecha vida, y sin embargo, mucho tiempo después te das cuenta de que se acurrucó bajo tus alas un pajarillo herido por el miedo, buscando en tu calidez humana algo de afecto, de paz.

Recuerdas a aquel adolescente grandullón con cara de niño que el día del disparo se te abrazó y no te soltaba y casi te ahoga. Decían que era peligroso. Hoy lejos entiendes su pavor. Decían que era violento, que estaba desequilibrado, que te haría daño. Tú solo viste un niño aterido. No tuviste miedo porque el amor era tu coraza, pero aun no lo sabías.

Recuerdas a aquellos alumnos imposibles, preguntones, revoltosos, airados, criticones, cizañeros. Especialmente a ese puñado de diamantes en bruto que fueron tus piedras de toque. Primero te oponías, luego te encolerizaban. Les ignoraste, buscaste otros métodos, estudiaste psicología, y nada. Hasta que un día decidiste darles atención, y se abrieron como rosas salvajes, convirtiéndose en los mejores alumnos, los más participativos, los más responsables, los líderes ocultos, tus maestros. Gracias por ampliar mis nociones, por abrir horizontes donde yo tenía todo encajonado y etiquetado. Gracias por romperme los esquemas y los moldes, por obligarme a reinventarme, por sacarme del umbral de confort.

Un día le das la vuelta al tapiz y lo que era una maraña de nudos inconexos revela una perfección inimaginada: todo lo ocurrido ha sido permitido para forjar tu espada, eres probado como oro en el crisol, al fuego. Cada prueba te destruye un poco, pero sigues en pie. A veces tomada por el desánimo, a veces con los miembros agotados.

Disto de ser la mejor profesora del mundo. De hecho, tengo mucho que mejorar. Esos jóvenes hambrientos de saber son implacables. Pero hoy en mi resurrección Dios me ha rellenado el pecho de esperanza, me ha dado una palmada en la espalda y me ha dicho, adelante. Por el mundo que se fragua, por ellos.

Como los hijos, los alumnos son la espuma de la ola que somos, la parte más sutil de nosotros, la que llega más allá, la que desasida del peso del agua danza con el aire y toca el cielo, mientras nosotros solo lo reflejamos.

Por eso, en mi vejez, soñaré con la espuma, con el brillo en la mirada curiosa, con la pregunta no respondida. Con ese fruto exuberante que mis ojos no verán pero mi voz y mis manos habrán tocado,  como arcilla virgen. Y no importará si algo quedó de mí o si alguien me recuerda, porque a todos los que estuvieron en el aula, los llevo como un ramillete perfumado, prendido en mi pecho. De algunos olvidé el nombre, pero de cada uno guardo un momento: ese instante en que se me otorgó el presente de ser hombro, consejo, mano amiga. Para algunos fui piedra de toque, me consta. Pero al final, todos serán espuma y llevarán algo de mi color, diluido en una paleta iridiscente. Seré invisible como la sal en el mar. Me olvidarán, pero si hoy estoy y soy, con ellos, tendré sentido.

Porque por una vez no hice algo por mí misma, sino por los otros. Enseñar al que no sabe y corregir al que yerra son obras de misericordia. No he venido para ser servido sino para servir. El que quiera ser grande entre vosotros que sea el que sirva. Pues bien, he anudado la toalla y tomado la jofaina, estoy, con placer y alegría, a vuestros pies.

FLOR DE LAS AGUAS

FLOR DE LAS AGUAS

Hay unas flores escarchadas de dulzor inmarcesible que solo conoce el que ha velado por ellas. Hay en la noche un perfume que solo capta el sentido espiritual, el único vigía despierto a maitines.

Con el primer fulgor en el horizonte llueven gotas de Gracia para el alma. Todos los días son santos si consagrados. Bendito el que es encontrado insomne, porque conocerá misericordia.

El maná delicado se deposita en los pétalos aflorando como caricia, intercambio materno entre el calor exudado de la tierra y la humedad celeste. Las vírgenes recolectan estas rosas con sus dedos inmaculados. Las alzan a sus rostros, aspiran el aroma, vierten sus cálices en sus labios. Comulgan su pureza, que no es de este mundo.

Toda aurora trae estos tesoros en su halda; si te dejas cobijar mimosa bajo su amparo el calor de su manto restaurará tu alma con alimento verdadero. En la hojas verdes está también escrito un código de amor del Creador. Feliz el que desentraña sus claves. Feliz aquel sabio, -guerrero, astrónomo, mago o científico-, que se aproxima al misterio por ley de similitud: su reverencia humilde despierta la compasión divina y su prosternación lo hace digno de adquirir saberes.

!Ah, dichoso tesoro! Ni todas mis palabras, ni todos mis silencios bastan para contarte. Ni toda mi alma y ser para cantarte. Hazme eterno, cantor, rey mago y ángel. Ofrenda de alabanza, de sacrificio y gozo. Oro, incienso y mirra; santos, vírgenes, mártires. Perfumes a tus pies, Niño Jesús.

Llegamos a Roma. Amanece.

DIME NIÑO DE QUIÉN ERES

DIME NIÑO DE QUIÉN ERES

Encarnar: acto en que el Espíritu toma carne. Asumir. Representar.

Qué milagro viste de blanco las almas cada solsticio de invierno,

teje cenefas, artesona puntillas, viste catedrales de piel.

Cuántas novias se preparan cada instante.

Cuántas acaban olvidando la pureza primordial.

Encarnar. Volver rojo lo que era blanco.

Enblanquecer lo que era rojo.

Agua del costado y sangre.

Vino y agua. Pan y vino. Vino y no le conocieron.

All’alba vincerò.

Al alba

vino seré.

WOMANITY

WOMANITY

La mujer pide libertad, pero las jóvenes se ponen cada vez más piercings, argollas, aros, tatuajes.

Pide naturalidad pero se tapa con maquillaje y luego con operaciones de cirujía, se oculta bajo personalidades-máscara, ropas-disfraz.

Pide poder elegir cuándo y de quién tener hijos, mientras continúan los abortos, las violaciones, los embarazos no deseados y las víctimas de la violencia doméstica.

Pide respeto y consideración como ser humano, pero frecuentemente vive presa de la imagen, tratando de adaptarse al gusto ajeno. Cree en los cánones de belleza que le han impuesto y raramente los cuestiona, pero lo más triste es que se somete alegre porque le hacen creer que es eso lo que desea y lo que la hace feliz. Es muy pronto cuando nos roban el sentido estético y el amor propio. Logro tras logro, en el fondo sigue latiendo la insatisfacción, y la boca del deseo pide con ansia, sin freno, insaciable.

La mujer quiere ser amada en su plenitud, por todo lo que es (el síndrome superwoman clama por ello), pero solo recibe piropos callejeros cuando es turgente y lozana, cuando muestra su piel más allá de lo que la temperatura requiere.

Se expone como carne de cañón y exige de los que la miran continencia. Pide ser vista como ser humano pero se viste de prostituta. La juventud nos ciega con su inherente idealismo, y no importa que la bandera de lo que creemos libertad se manche de sangre o de carmín mientras se consiga lo que se quiere. Antes habría que preguntarse quién lo quiere, quién ha inoculado ese “deseo de ser algo diverso de lo que se es”, y cómo.

La mujer quiere placer, pero le dan sucedáneos que no la colman. Se vende por un puñado de caricias y así pone precio a su autoestima. Se entrega por partes y acaba despedazada y con el corazón hecho trizas. Da todo y es abusada. Aunque tiene hambre de compañía y aceptación, se queda sola más de lo que desearía, de joven, de adulta, de vieja.

La mujer quiere dignidad e igualdad, pero acepta sobornos para mantener la farsa de un amor paradójico, un amor que dice que la quiere pero no quiere hijos de ella, que la toma en cuerpo pero no en alma, que la usa mientras sirve y luego la desecha o la cambia por otra. La mujer critica con saña las culturas represoras donde las mujeres son cambiadas por camellos, usadas como moneda de cambio, pero a sí misma no se valora más allá de una noche de sexo, por menos que eso llega a darse.

Hay muchas mujeres que estas palabras no reflejan. Un puñado se parará a reflexionar qué modelo está pasando a sus hijas, a sus alumnas, a sus amigas. Muchas tendrán reticencia a continuar leyendo. Hermanas, mi colcha presenta arrugas y grietas, como la de todas. Heridas unas abiertas, otras cicatrizadas. Triunfos y desengaños. Hondos abismos de dolor y falsas euforias.

Si las niñas dejasen de recibir la primera regla como una carga,  una impureza o un impedimento y la tomasen como la delicada y loable responsabilidad sobre el cáliz sagrado de la sangre que trae la vida, tomarían su cetro de poder verdadero. No en vano, la primera menstruación se llama menarquía, y en verdad es el inicio de un reinado. Pero muchas, instiladas de mentiras, son reinas por un día y esclavas el resto de la vida, otras son esclavas de sí mismas, otras se resisten a ser madres y prefieren vivir eternamente princesas, momificadas, inertes, sin fruto, como la fruta que venden encerada y brillante y por dentro llena de gusanos y sin sabor. Pocas toman el valor de darse valor, desde dentro. De ello nadie es culpable, todos somos responsables.

Si preservásemos la inocencia y las púberes supieran mantener el candor,  ¿los hombres nos respetarían? Hay demasiadas generaciones cuya sangre derramada exige justicia. La ira acumulada del género femenino a lo largo de siglos quiere responder con más sangre a la ya vertida. Es una guerra silenciosa pero constante que se cobra nuevos sacrificios luna tras luna.

La mujer desea reconocimiento verdadero, como el que muestra Jesús cuando al pasar le dicen: “Benditos los pechos que te amamantaron y el vientre que te crió”. Y Él, para no limitar el valor del elogio, lo coloca donde debe estar: no en el cuerpo, sino en el alma: Mejor “benditos los que oyen la voluntad de mi Padre y la cumplen”. Y con eso no diferencia hombres de mujeres, formas bellas o no. Nos unifica. Nos dignifica.

Somos libres para amar.

Asumamos las consecuencias de nuestras elecciones.