APOCALIPSIS Y SALVACION

Hermanos en la luz,

No os detengáis a comprender, porque no hay tiempo, las señales ya han comenzado. No busquéis profetas ni anticristos, no busquéis luces, ni objetos voladores, ni os perdáis en los canales, ciego es quien mira el dedo en vez de mirar a la luz. Procurad el camino interior, el examen de conciencia, la comunión.

Ante la duda, leed el Evangelio, porque cielo y tierra pasarán, mas Sus palabras no pasarán. Que no os distraigan con explicaciones, porque no las hay. Tratan de robar tiempo y energía que podríais depositar en amor y buenas obras: buena obra no es apenas mandar un email de esperanza, es abrazar al pobre, al enfermo, al rechazado, al perseguido, que vive a nuestro lado. Despertemos de la tibieza de pasar de largo.

Es ya sólo tiempo de fe, fe, fe.

Salvaos con oración y penitencia, ayuno y vigilia.

Castigad el cuerpo, porque las apariciones de la Virgen ya dicen que muchos se pierden por la carne. Si no controlamos los instintos en lo poco, cómo lo lograremos ante las grandes pruebas?

Los ángeles y santos os guían; no os perdáis en vanos cultos, ya no hay tiempo, dejaos iluminar por los Sagrados Corazones de Jesús y María; hermanos antes de todo, amemos a Dios sobre todas las cosas. 

Amor infinito de vuestra hermana menor y humilde servidora, la última, la oveja perdida, la que entre vosotros acumuló tanto pecado, la resucitada a la fe y muerta a la vida mundana, se declara convertida por amor de Cristo.

En Dios, con Dios, por Dios.