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CAPÍTULO 6. TRANSCENDENCIA, TRANSMUTACIÓN DE LA MATERIA (ALQUIMIA INTERIOR) Y ASCENSIÓN

CAPÍTULO 6. TRANSCENDENCIA, TRANSMUTACIÓN DE LA MATERIA (ALQUIMIA INTERIOR) Y ASCENSIÓN

Cuando el séptimo rayo alcanza la conciencia y se verifica interiormente el Poder de las Alturas, se produce un salto cualitativo en los chacras terrenales, que permite elevar la energía y transformarla hacia actividades que se dirigen al servicio divino. El ejercicio de anclar la energía de luz en la materia es indeciblemente más complicado que el de anclar materia en la energía luminosa, por las limitaciones intrínsecas que la materia posee.

La comprensión intelectual de los conceptos superiores no permite en sí misma la transmutación interior de manera completa. Es precisa una experiencia sensitiva conjunta, una especie de lo que ustedes llaman éxtasis y que algunos místicos y santos experimentaron a través de las diferentes religiones, vínculos de reunión y caminos todas hacia el Uno. Cuando esta experiencia ocurre dentro del templo del cuerpo, debidamente preparado y purificado de ondas vibracionales de baja densidad (pensamientos destructivos y egóicos principalmente) es posible la transmutación alquímica.Es interesante remarcar que existen diferentes maneras de llegar a esa limpieza. Hay quien arrastra memorias y lastres del pasado, a veces de varias generaciones y encarnaciones. No hay que perder la esperanza. La mudanza y elevación de un solo individuo ya produce mutaciones generales en la especie o la familia espiritual, como la onda de una piedra en un lago. La limpieza kármica, como algunos la denominan dependiendo de su afiliación religiosa, es un instrumento útil y relevante, pero olvídense de rituales complejos, pues en esencia como ya saben, el salto ha de darse INTENCIONALMENTE, es decir, la pura intención en sincronía entre los 3 centros energéticos dimensionales del ser ya es llave suficiente para producir esta limpieza. Los 3 centros son mente, cuerpo y alma. Por eso es preciso la experiencia mental acompañe a la corporal y a la espiritual.

En verdad es el propio individuo quien se libera cuando alcanza a iluminar sus zonas sombrías, su ignorancia. Hay iluminaciones totales que se producen por un instante de sublime elevación espiritual de don divino, y las hay progresivas, donde la conciencia va despertando gradualmente a medida que interioriza los conocimientos aprendidos. Los individuos más mentales, que operan desde el chacra frontal, tendrán una iluminación más paulatina, a veces aquellos que integran y viven los nuevos conocimientos en el chacra del corazón (portal superior o máximo) pueden experimentar una iluminación completa a causa de su fe y su amor incondicional por lo divino. Para dejar actuar las Maravillas hay que desprenderse de todo prejuicio, soltar el condicionamento de la forma, pues mientras imaginamos con las herramientas del cuerpo, nos cerramos a los recursos del Universo, que son infinitamente más versátiles y poderosos. Deje que el Universo actúe y se sorprenderá de recibir lo que nunca se le hubiera ocurrido pedir, superando sus expectativas. Esté seguro y confiado de que todo ocurre para su Bien.

La intención, la atención. La intención es atención concentrada. Lo que disciplinas y doctrinas varias propugnan sobre meditación, momento presente, zen, nirvana, tao, vaciamiento, silencio interior, consciencia plena, etc., no son sino diversas calificaciones del acto intencional puro. Este acto ha de lograrse encadenar con la corriente de Energía Superior Universal, como ya practicaron tanto la Gran Fraternidad Blanca como algunos Santos y Maestros Ascendidos. En la intención sincera y bondadosa hacia todos los seres, los deseos manifestados al Universo tenderán a su cumplimiento, porque el Universo en unidad posee también una inteligencia, y tiene interés en satisfacer a todos los seres que se dirijan a Él pidiendo adecuadamente. La intención pues es una concentración de materia atencional hacia un foco determinado y bien definido, en acuerdo con las leyes universales de causalidad. El Universo es el Verso único del Uno, su poema infinito.

La elevación es un primer estadio de la Ascensión. Ascender es el último grado de la materia, posterior a la muerte, la cual ustedes consideran ser el paso final porque es el último que los sentidos físicos les permiten verificar. Sin embargo, a través de la fe y del conocimiento ulterior se consigue comprender íntimamente que hay otras dimensiones y portales, y que el espíritu continúa su trayecto tras el desencarne. Si el individuo ya se ha preparado para este momento, la Ascensión será inmediata, como ocurre en el caso de santos y seres iluminados. Aquellos que consiguen establecer el total dominio de su Yo Superior sobre la materia inferior mientras están todavía en vida, avanzan un gran trecho en el trabajo espiritual. Porque si bien la purificación paulatina nos va preparando, las transformaciones, una vez comprendida su clave y su poder, pueden ser realizadas rítmica o cíclicamente. Se suele decir a los iniciados que el Camino va estrechándose y que las Pruebas son cada vez más desafiantes, mas esto es una verdad incompleta y parcial. Lo que ocurre es que ante la insuficiencia en el ensayo de la experiencia, se pierde más cada vez, porque también cada vez se “posee” más.

No hay problema en que este texto llegue a todos los seres, pues sólo quienes estén despiertos a la Nueva Realidad podrán entenderlo. Sin embargo, todos recibirán, conforme a su grado de conocimiento, las enseñanzas necesarias para continuar su evolución.

1 comentario

jesi -

hola tengo experiencia de la meditacion y viajes astrales ;yo hise un viaje astral y vi el universo y las estrellas y luego vi cuidades ¿que opinan de esto? chao